Copa ideal para catar vinos, según normas IRAMViernes, 20 de diciembre de 2013Para poder degustar un vino correctamente, IRAM desarrolló una norma junto a expertos nacionales para establecer los requisitos adecuados. ¿Cómo es la copa ideal para catar un vino?
No hay una copa única que puede utilizarse para la universalidad de vinos, pero sí existe la copa normalizada de degustación. Por esta razón, IRAM desarrolló la norma IRAM 20023:2013, Análisis sensorial. Instrumental. Copa para el análisis sensorial del vino, que permite concentrar toda la atención sobre el vino. La norma fue revisada este año por parte de bodegueros, corcheros, enólogos, organismos oficiales, universidades, laboratorios y organizaciones privadas, que aportaron voluntariamente su opinión para la redacción del documento.
La norma establece la forma, las dimensiones y el vidrio de una copa, dado que estos elementos influyen sobre la percepción de la calidad del vino. La copa de degustación normalizada maximiza las características del vino: color, aspecto, bouquet y aroma. Por lo tanto, permite observar, oler y degustar la intensidad del vino obteniendo la plena percepción de su calidad. La copa normalizada consta de un cáliz o cuerpo de forma ovoide truncado unido a una base sobre la que se apoya por medio de un vástago. El diámetro del borde del cáliz es menor que el diámetro de la parte convexa para facilitar que se concentren las sustancias volátiles.
La norma IRAM establece la forma, las dimensiones y el vidrio de una copa, dado que estos elementos influyen sobre la percepción de la calidad del vino.
El vidrio debe ser de cristal transparente absolutamente incoloro, excepto para casos especiales, cuando es necesario enmascarar el color del vino evitando de esa manera la influencia de las percepciones visuales. Por otra parte, no debe poseer surcos, acanaladuras, ni burbujas. El borde debe ser regular, suave y redondeado, pero sin reborde (por ejemplo, cortado en frío, esmerilado, plano, regular y recalentado) y sin presentar engrosamiento.
La norma IRAM 20023:2013, además, realiza ciertas recomendaciones para optimizar las sensaciones al momento de catar un vino:
-No se debe llenar completamente para permitir que las sustancias volátiles queden contenidas en el espacio de cabeza antes de realizar el examen olfativo.
-Es aconsejable verter unos 30 ml de líquido para permitir dos muestreos de 15 ml cada uno.
-La copa debe estar absolutamente limpia y desengrasada. Se debe utilizar detergente neutro, enjuagar primero con abundante agua tibia, luego con agua destilada libre de olores extraños y por último con una solución hidroalcohólica al 70%. Procurar lavar la toalla con la que se seque la copa con detergente neutro.
-Es aconsejable secar las copas al aire, colgarlas hacia abajo en una gradilla que las sujete exclusivamente por el pie. Una vez limpias y secas, se deben guardar al abrigo del polvo y de olores ambientales.
-Antes de usarlas es necesario enjuagarlas con el vino a ser analizado con excepción del caso de efervescente en el cual se usa solamente una copa totalmente seca.
-Se recomienda tomar la copa por el vástago para evitar la influencia del calor de la mano, y nunca se debe tocar el cáliz con la mano o con la nariz.
Para poder degustar un vino correctamente, IRAM desarrolló una norma junto a expertos nacionales para establecer los requisitos adecuados. ¿Cómo es la copa ideal para catar un vino?
No hay una copa única que puede utilizarse para la universalidad de vinos, pero sí existe la copa normalizada de degustación. Por esta razón, IRAM desarrolló la norma IRAM 20023:2013, Análisis sensorial. Instrumental. Copa para el análisis sensorial del vino, que permite concentrar toda la atención sobre el vino. La norma fue revisada este año por parte de bodegueros, corcheros, enólogos, organismos oficiales, universidades, laboratorios y organizaciones privadas, que aportaron voluntariamente su opinión para la redacción del documento.
La norma establece la forma, las dimensiones y el vidrio de una copa, dado que estos elementos influyen sobre la percepción de la calidad del vino. La copa de degustación normalizada maximiza las características del vino: color, aspecto, bouquet y aroma. Por lo tanto, permite observar, oler y degustar la intensidad del vino obteniendo la plena percepción de su calidad. La copa normalizada consta de un cáliz o cuerpo de forma ovoide truncado unido a una base sobre la que se apoya por medio de un vástago. El diámetro del borde del cáliz es menor que el diámetro de la parte convexa para facilitar que se concentren las sustancias volátiles.
La norma IRAM establece la forma, las dimensiones y el vidrio de una copa, dado que estos elementos influyen sobre la percepción de la calidad del vino.
El vidrio debe ser de cristal transparente absolutamente incoloro, excepto para casos especiales, cuando es necesario enmascarar el color del vino evitando de esa manera la influencia de las percepciones visuales. Por otra parte, no debe poseer surcos, acanaladuras, ni burbujas. El borde debe ser regular, suave y redondeado, pero sin reborde (por ejemplo, cortado en frío, esmerilado, plano, regular y recalentado) y sin presentar engrosamiento.
La norma IRAM 20023:2013, además, realiza ciertas recomendaciones para optimizar las sensaciones al momento de catar un vino:
-No se debe llenar completamente para permitir que las sustancias volátiles queden contenidas en el espacio de cabeza antes de realizar el examen olfativo.
-Es aconsejable verter unos 30 ml de líquido para permitir dos muestreos de 15 ml cada uno.
-La copa debe estar absolutamente limpia y desengrasada. Se debe utilizar detergente neutro, enjuagar primero con abundante agua tibia, luego con agua destilada libre de olores extraños y por último con una solución hidroalcohólica al 70%. Procurar lavar la toalla con la que se seque la copa con detergente neutro.
-Es aconsejable secar las copas al aire, colgarlas hacia abajo en una gradilla que las sujete exclusivamente por el pie. Una vez limpias y secas, se deben guardar al abrigo del polvo y de olores ambientales.
-Antes de usarlas es necesario enjuagarlas con el vino a ser analizado con excepción del caso de efervescente en el cual se usa solamente una copa totalmente seca.
-Se recomienda tomar la copa por el vástago para evitar la influencia del calor de la mano, y nunca se debe tocar el cáliz con la mano o con la nariz.