Bienconvino, bien con todoMartes, 29 de septiembre de 2015Fondo de Olla ® estuvo en la presentación de BIENCONVINO, el nuevo emprendimiento de Mariana Achaval y Valeria Mortara, que contó con el asesoramiento de Marcelo Pelleriti. El evento tuvo lugar en “El Club de Cocina” de Fernando Mayoral.
Fue una tarde típica de primavera, con lluvia, pero con un solo hecho que nos sacó de la modorra: la presentación de Bienconvino, una creación de Mariana Achaval (sommelier y docente en Cave) y Valeria Mortara (Head Sommelier en el Hotel Faena), un proyecto que tuvo como asesor a Marcelo Pelleriti, enólogo de la bodega Monteviejo y único argentino en sacar 100 puntos Parker con “La Violette 2010”, un Merlot hecho en Burdeos.
Bienconvino “Serie Maridaje” se trata de cuatro etiquetas –dos blancos y dos tintos- diseñadas para acompañar diferentes comidas, lo que explica los nombres: Pescados & Mariscos (Chardonnay y Torrontés), Pollo & Cerdo (Chardonnay), Pasta & Pizza (Malbec) y Carnes Rojas (Malbec y Cabernet Franc).
“Hace 2 años que estamos trabajando en este proyecto. Y siempre tuvimos en claro que los vinos tenían que tener el estilo bien definido. Cuando fuimos con la idea a Marcelo nos dijo que sí desde el primer momento, y la verdad es que fue un lujo poder trabajar con él”, contó a modo introductorio Mariana Achaval cuando pudo lograr que todos nos calláramos.
El concepto es concreto: los vinos están pensados para comer y para acercar al consumidor a la palabra (que tantos “profesionales” aborrecen porque no está de moda) maridaje, que significa armonía entre un vino y una preparación. Y para dejar clara la idea, en el transcurso de la noche y a medida que se iban sirviendo las diferentes copas Fernando Mayoral preparó distintos platillos para demostrar la versatilidad de los vinos.
En resumen, Bienconvino, bien con todo. Un vino gastronómico, pensado para disfrutar un almuerzo o una cena. Y por si queda alguna duda, no tenés más que girar la botella y mirar la contraetiqueta para sentirte orientado. Porque el vino habla, al igual que la etiqueta, y este puntualmente pide comida.
Fondo de Olla ® estuvo en la presentación de BIENCONVINO, el nuevo emprendimiento de Mariana Achaval y Valeria Mortara, que contó con el asesoramiento de Marcelo Pelleriti. El evento tuvo lugar en “El Club de Cocina” de Fernando Mayoral.
Fue una tarde típica de primavera, con lluvia, pero con un solo hecho que nos sacó de la modorra: la presentación de Bienconvino, una creación de Mariana Achaval (sommelier y docente en Cave) y Valeria Mortara (Head Sommelier en el Hotel Faena), un proyecto que tuvo como asesor a Marcelo Pelleriti, enólogo de la bodega Monteviejo y único argentino en sacar 100 puntos Parker con “La Violette 2010”, un Merlot hecho en Burdeos.
Bienconvino “Serie Maridaje” se trata de cuatro etiquetas –dos blancos y dos tintos- diseñadas para acompañar diferentes comidas, lo que explica los nombres: Pescados & Mariscos (Chardonnay y Torrontés), Pollo & Cerdo (Chardonnay), Pasta & Pizza (Malbec) y Carnes Rojas (Malbec y Cabernet Franc).
“Hace 2 años que estamos trabajando en este proyecto. Y siempre tuvimos en claro que los vinos tenían que tener el estilo bien definido. Cuando fuimos con la idea a Marcelo nos dijo que sí desde el primer momento, y la verdad es que fue un lujo poder trabajar con él”, contó a modo introductorio Mariana Achaval cuando pudo lograr que todos nos calláramos.
El concepto es concreto: los vinos están pensados para comer y para acercar al consumidor a la palabra (que tantos “profesionales” aborrecen porque no está de moda) maridaje, que significa armonía entre un vino y una preparación. Y para dejar clara la idea, en el transcurso de la noche y a medida que se iban sirviendo las diferentes copas Fernando Mayoral preparó distintos platillos para demostrar la versatilidad de los vinos.
En resumen, Bienconvino, bien con todo. Un vino gastronómico, pensado para disfrutar un almuerzo o una cena. Y por si queda alguna duda, no tenés más que girar la botella y mirar la contraetiqueta para sentirte orientado. Porque el vino habla, al igual que la etiqueta, y este puntualmente pide comida.