Círculo Alemán

Zirkel atiende en las alturas

Lunes, 18 de abril de 2016

El restaurante del Club Alemán ofrece platos de autor del chef Pablo Greco, que se suman a algunas preparaciones típicas de ese país. Las noches de luna llena son un espectáculo aparte.

Zirkel- Av. Corrientes 327 Piso 22- Teléfono 4311-3313. Abierto lunes de 9 a 20; martes a viernes de 9 a 24, y sábados de 17 a 1. Principales tarjetas.

Tipo de Cocina. De Autor. Especialidades Alemanas

Barrio: Microcentro

Precios: $$$$


El restaurante del Club Alemán se caracterizó antes por su locación que por la comida, que sufría muchos altibajos y cambios de timón. Pero tomó la posta Carlos María Esnal, empresario del rubro gastronómico de vasta experiencia (Katrine, Museo Renault, Caffé Armani, La Colección), y le dio otra impronta a la propuesta y sobre todo, continuidad.

De manera que hoy el hecho de comer en las alturas tiene un motivo extra de atracción: un menú en el que encontramos platos que aúnan creatividad en algunas opciones y modernización de algunas preparaciones típicas alemanas.

El chef es Pablo Greco, a quien conocimos en Tinos en el barrio de Núñez, con pasos anteriores por Italpast, West Bengal y Pedemonte, entre otros. Esnal ha sabido siempre tener ojo clínico para la elección de sus cocineros, y ésta no es precisamente la excepción.

A Zirkel (“círculo” en lengua alemana), se accede hasta el piso 21 del edificio del Instituto Goethe, subiendo uno más por escalera. Sus amplios ventanales permiten contar con panorámica del centro porteño, el Obelisco y hacia el este, el río de la Plata y en días de buena visibilidad la costa uruguaya.

Las noches de luna llena hay que reservar con mucha anticipación las mesas que dan justamente al río, un espectáculo aparte.

ZIRKEL, DESDE SU PISO 22, TIENE UNA DE LAS VISTAS MÁS ESPECTACULARES DE LA CIUDAD. LA COCINA ESTÁ A LA "ALTURA" CON PLATOS DE AUTOR DEL CHEF PABLO GRECO.    

La carta otoñal pasa revista por las creaciones de Greco, pero se mantiene la presencia de algunos platos alemanes muy pedidos por los clientes. Por ejemplo, las knackwurst (salchichas artesanales) con papas rotas, chucrut, mostaza a la miel y pepinillos agridulces; goulasch con spätzle y rote grütze (sémola roja), un postre típico hecho con frutos rojos y que suele acompañarse con salsa de vainilla. Greco ha incorporado también su versión de la sacher torte, si bien austríaca, un símbolo de la pastelería centroeuropea.

Algunas novedades de la nueva carta, son el pejerrey encurtido con crocante de quinua negra y papas; langostinos grillados con coulis de melón, hojas verdes y brunoise de mango; salmón ahumado con cebada, brócoli, tomate, higos; o tabla de quesos y fiambres alemanes.

Los principales muestran varias novedades: compresión de cochinillo con cremoso de batata; garrón de cordero con humita y pop corn; tortellini de ricota y brie con almendras tostadas y crema de azafrán.

En la parte dulce, a los ya mencionados postres típicos, se suman la trilogía de cacao, y el strudel de peras y arándanos con helado, entre otros.

Hay una carta de vinos amplia, y cava a la vista en el medio del salón. Los sábados a la noche, la casa ofrece estacionamiento sin cargo con reserva previa.

Zirkel cumple con el objetivo de mostrar que la cocina alemana puede ser mucho más que salchichas y chucrut (sauerkraut), la clásica col fermentada omnipresente como acompañamiento o guarnición. Vale la pena la experiencia.

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