Narda sobreactuadaLunes, 2 de mayo de 2016No solo Narda Lepes está sobreactuada en Dueños de la Cocina, el nuevo programa de Telefé. Es sabido que está todo guionado y poner cara de malo y pegarles a los concursantes parece ser buen negocio.
Foto: Diario La NaciónAlejo Lagouarde se llama el ganador de MasterChef 2015. No es tan famoso como Elbita, la simpática cocinera boliviana que hasta escribió un libro. A través de ella, muchos descubrieron que existía una sopa de maní, cuya expresión máxima es la que prepara Sergio Latorre en la Quebrada de Humahuaca.
Pues bien, como éramos pocos y parió mi abuela, Alejo fue entrevistado como referente para opinar sobre la herencia pobre de MasterChef, el programa pomposamente llamado Dueños de la Cocina.
¿Qué dijo el campeón MasterChef del año pasado? Que a Narda le falta aggionarse, tomar práctica. Como si fuera una debutante en la televisión, dice que necesita mucho tiempo para estar tranquila y sin estrés frente a cámara. Extraño.
Pero es interesante lo que dice Lagouarde a continuación: “la vi sobreactuando la maldad”. Pero aclara de inmediato que “ella no es así y cuando se quiere poner en mala o agresiva, la gente sabe que no es así”. Las declaraciones del supuesto cocinero ganador de MC, fueron vertidas en una entrevista radial que le hicieron en La Once Diez Radio de la Ciudad, con Moskita Muerta y Nilda Sarli.
Agregó Alejo que “cuando Narda quería exacerbar un error se notaba su sobreactuación”, mientras que “cuando empezó a usar su vocabulario, más coloquial, se fue ablandando”.
Vale decir que según lo que pudo averiguar Fondo de Olla, a los invitados que en estos días están participando de los capítulos finales de la tira, los productores les piden que cuestionen los platos, que digan que son pésimos. Imagínense lo que les deben pedir a los jurados que digan sobre los participantes.
Quisiéramos verlos a ellos frente a chefs de verdad que critiquen sus platos, para comprobar cómo les va. Salvo Donato, creemos que no aprobarían el examen ante colegas más calificados que ellos. Me imagino a Dante Liporace frente a frente y me río de antemano.
NARDA NO PUEDE CON SU GENIO Y QUIERE COPAR LA PARADA. A DONATO NO LE SALE PONERSE "EN MALO". Y CHRISTOPHE HACE HONOR A LA FAMA DE MALHUMORADO DE LOS CHEFS FRANCESES.
Alejo continúa con su perorata diciendo que los concursantes parecían cocineros de cantina intentando hacer algo que no hacen habitualmente. “No sé qué tanto de cocineros de restaurantes hay, lo veo muy parecido a Masterchef en el sentido de que éramos todos amateurs”, afirmó.
De todas maneras, uno ve que hay algunos con experiencia, como el que trabaja en un hotel 5 estrellas u otro, Matías Rouaux, que en su perfil de Facebook pone una foto con el equipo de Chila, uno de los mejores restaurantes de Buenos Aires.
Ser profesionales no les asegura nada por cuanto en este tipo de programas, a la larga, hacen ganar al que mide mayor ráting.
Lo que podemos agregar, más allá de la “maldad” que sobreactúa Narda, es que se la ve queriendo copar la parada. Más que “maldad” lo que evidencia es soberbia tratando de dar la imagen de sabérselas todas. Y de tomar protagonismo ante el dúo franco italiano.
Quizá la presencia de Narda en el programa sea muy buena para el bolsillo, pero no sabemos si será igual para su imagen. Ella se juega a ser la nueva Doña Petrona, la que adora el público cholulo, capaz de ovacionar una ensalada que haría hasta un chico de cinco años.
Marley, aunque a algunos no les guste, pone la única cuota de espontaneidad donde no la hay. Vestido como para una fiesta de hotel cinco estrellas, la realidad indica que donde está no es otra cosa que un comedero.
Por último, vaya a saber qué pasa por la cabeza del dueño del restaurante al que acudirá el ganador para ser el chef de la casa. Tal vez la fama le cueste caro, muy caro.
No solo Narda Lepes está sobreactuada en Dueños de la Cocina, el nuevo programa de Telefé. Es sabido que está todo guionado y poner cara de malo y pegarles a los concursantes parece ser buen negocio.
Alejo Lagouarde se llama el ganador de MasterChef 2015. No es tan famoso como Elbita, la simpática cocinera boliviana que hasta escribió un libro. A través de ella, muchos descubrieron que existía una sopa de maní, cuya expresión máxima es la que prepara Sergio Latorre en la Quebrada de Humahuaca.
Pues bien, como éramos pocos y parió mi abuela, Alejo fue entrevistado como referente para opinar sobre la herencia pobre de MasterChef, el programa pomposamente llamado Dueños de la Cocina.
¿Qué dijo el campeón MasterChef del año pasado? Que a Narda le falta aggionarse, tomar práctica. Como si fuera una debutante en la televisión, dice que necesita mucho tiempo para estar tranquila y sin estrés frente a cámara. Extraño.
Pero es interesante lo que dice Lagouarde a continuación: “la vi sobreactuando la maldad”. Pero aclara de inmediato que “ella no es así y cuando se quiere poner en mala o agresiva, la gente sabe que no es así”. Las declaraciones del supuesto cocinero ganador de MC, fueron vertidas en una entrevista radial que le hicieron en La Once Diez Radio de la Ciudad, con Moskita Muerta y Nilda Sarli.
Agregó Alejo que “cuando Narda quería exacerbar un error se notaba su sobreactuación”, mientras que “cuando empezó a usar su vocabulario, más coloquial, se fue ablandando”.
Vale decir que según lo que pudo averiguar Fondo de Olla, a los invitados que en estos días están participando de los capítulos finales de la tira, los productores les piden que cuestionen los platos, que digan que son pésimos. Imagínense lo que les deben pedir a los jurados que digan sobre los participantes.
Quisiéramos verlos a ellos frente a chefs de verdad que critiquen sus platos, para comprobar cómo les va. Salvo Donato, creemos que no aprobarían el examen ante colegas más calificados que ellos. Me imagino a Dante Liporace frente a frente y me río de antemano.
NARDA NO PUEDE CON SU GENIO Y QUIERE COPAR LA PARADA. A DONATO NO LE SALE PONERSE "EN MALO". Y CHRISTOPHE HACE HONOR A LA FAMA DE MALHUMORADO DE LOS CHEFS FRANCESES.
Alejo continúa con su perorata diciendo que los concursantes parecían cocineros de cantina intentando hacer algo que no hacen habitualmente. “No sé qué tanto de cocineros de restaurantes hay, lo veo muy parecido a Masterchef en el sentido de que éramos todos amateurs”, afirmó.
De todas maneras, uno ve que hay algunos con experiencia, como el que trabaja en un hotel 5 estrellas u otro, Matías Rouaux, que en su perfil de Facebook pone una foto con el equipo de Chila, uno de los mejores restaurantes de Buenos Aires.
Ser profesionales no les asegura nada por cuanto en este tipo de programas, a la larga, hacen ganar al que mide mayor ráting.
Lo que podemos agregar, más allá de la “maldad” que sobreactúa Narda, es que se la ve queriendo copar la parada. Más que “maldad” lo que evidencia es soberbia tratando de dar la imagen de sabérselas todas. Y de tomar protagonismo ante el dúo franco italiano.
Quizá la presencia de Narda en el programa sea muy buena para el bolsillo, pero no sabemos si será igual para su imagen. Ella se juega a ser la nueva Doña Petrona, la que adora el público cholulo, capaz de ovacionar una ensalada que haría hasta un chico de cinco años.
Marley, aunque a algunos no les guste, pone la única cuota de espontaneidad donde no la hay. Vestido como para una fiesta de hotel cinco estrellas, la realidad indica que donde está no es otra cosa que un comedero.
Por último, vaya a saber qué pasa por la cabeza del dueño del restaurante al que acudirá el ganador para ser el chef de la casa. Tal vez la fama le cueste caro, muy caro.
