El podio de Fondo de Olla

Martes, 18 de diciembre de 2012
La verdad es que no nos gusta la fantochada de los premios que otorgan algunas revistas especializadas. Pero sí queremos reconocer un Restaurante de la Ciudad de Buenos Aires, otro del Interior y el Vino Revelación del Año.

No nos interesa hacer fiestas pletóricas de frivolidad, ni hacer una reunión donde entregan premios y todos se abrazan al estilo Martín Fierro (como si fuera un Oscar). Pero Fondo de Olla, a pocos días de finalizar el año, quiere mencionar a los que se destacaron en su rubro: Restaurante Porteño, Restaurante del Interior y Vino Revelación. Tampoco nos dejamos llevar por intereses pecuniarios onda concurso de vinos, donde todos se llevan medallas y casi nadie se va descontento. Tampoco premiamos a alguien que nos pone un aviso (aunque no hace falta decirlo por el propio estilo periodístico de Fondo de Olla). Es verdad que tendríamos que mencionar muchos hechos destacados que ocurrieron durante el año. Pero en ese caso, quizá se cometerían demasiadas injusticias. Nos molesta bastante que en algunos sitios, sean los propios restaurateurs quienes te piden que los votes. Todo eso implica falta de transparencia y se pierde seriedad. Si FDO les pidiera a sus lectores, seguramente muchos escudados en el anonimato, votarían a sus parientes y amigos dueños de restaurantes. Por eso optamos en nombrar a sólo tres hechos destacados de 2012, dos restaurantes, uno porteño y otro del interior, y un vino que salió al mercado como novedad absoluta y características únicas en nuestro medio.



Para FDO “el” Restaurante del Año fue Tarquino. Debió salir una nota en The New York Times, para que algunos se dieran cuenta de su real valía. Y desde entonces el lugar está lleno de yanquis y de otros gringos, aunque también el público local le ha dado su preferencia. Felicitaciones a Dante Liporace y su equipo, verdadero alma pater de Tarquino.



Como Restaurante del Interior, no podemos menos que destacar a Casa Enna, el mejor lugar para comer en la ciudad de La Plata. Su chef propietario, Diego Zárate, ha vuelto a su casa después de una gira europea, tal como hiciera el año pasado en el Amazonas. Es un gran investigador de la cocina, pero también se caracteriza por su creatividad (al igual que Dante). Este joven cocinero platense señala que lo que busca es “rescatar lo simple y fortalecer lo casero, sin negar la tradición”. Nos acaba de deleitar con un menú espectacular de 11 pasos, que comentaremos por separado.

Y el Vino Revelación ha sido sin dudas el Corbec de la Bodega Masi Tupungato. Afortunadamente ya se comercializa localmente, aunque la mayor parte de la producción tiene destino exterior. Se trata de un blend de Corvina y Malbec 50% y 50%, elaborado con el método del Amarone (appassimento). Las uvas se deshidratan durante alrededor de quince días, mucho menos que los 3 ó 4 meses que el proceso lleva en Italia, donde las condiciones climáticas son muy diferentes a las de Mendoza. Vale la pena releer “Masi de Valpolicella a Tupungato” para informarse mejor. Terruño mendocino para un vino con estilo véneto.

Nada mejor entonces, que disfrutar en Tarquino y Casa Enna, si es con una botella de Corbec mucho mejor. Ambos lugares deberían tenerlo en sus cartas, como una manera de jerarquizar menús de extraordinaria factura.

 



 
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