Las pizzas de Dupla vienen con el borde (cornicione) relleno y la invitación a disfrutar de sus seis cervezas artesanales tiradas. Doble la pizza, y doble combinación pizza - cerveza.
Dupla- Arcos 2181- Teléfono 4788-8688. Abierto todos los días desde 8 a 2 AM. Principales tarjetas.
Tipo de Cocina: Pizzería
Barrio: Belgrano
Precio: $$$
En italiano se dice cornicione al borde de la pizza, el cual genera controversia entre los que lo aman y lo dejan a un costado. Sin embargo, cuando cornicione está relleno, la cosa cambia (les gusta a todos).
Esta variante la conocimos en Monzú, la pizzería palermitana comandada por una pareja de venezolanos, que trajeron la idea desde los Estados Unidos. Ahora la replican en Dupla, donde uno puede elegir su propio relleno.
Dupla abre desde la mañana temprano y extiende su horario hasta la madrugada del día siguiente, cuando el ambiente se pone más bullanguero, horario más apto para el público juvenil que busca tragos, cerveza y música, además de la propuesta gastronómica del lugar.
La especialidad de la casa son las 35 variedades de pizzas, cada una de ellas con su borde a elección. Y también ofrecen empanadas al horno de barro, picadas, pastas y ensaladas.
Dupla propone acompañar las pizzas con seis variedades de cervezas artesanales tiradas, de las cuales un par son "invitadas" y rotan cada dos semanas. Y lo mismo ocurre con las pizzas, dos de ellas son sugeridas y cambian periódicamente. Las cuatro "permanentes" son Dorada Pampeana, Honey Beer, Scotch Ale y Porter. Y tienen happy hour, de 18.30 a 20.30.
Rodrigo, dueño de Dupla, cuenta que proviene de una familia con amplia trayectoria en la gastronomía, desde su abuelo que vino de Galicia a Buenos Aires a los 15 años y comenzó a trabajar en un bar, en el barrio de La Boca como lavacopas. Luego, logró instalar pizzerías en Caballito (San Carlos), Montserrat (Alameda), y Paternal (Torino Norte). Fue además uno de los pioneros de Puerto Madero, cuando fundó en 1995 el Restaurante Puerto Cristal, todos aún vigentes.
Algunas de las pizzas más demandadas son la Dupla (mozzarella, provolone, panceta ahumada, salsa barbacoa, cebolla de verdeo y borde relleno de salchicha; Cuatro Estaciones; de salmón y queso Brie; berenjenas y panceta; jamón serrano, rúcula y parmesano.
Los bordes opcionales son mozzarella y panceta; mozzarella, parmesano y morrones asados, y queso azul con cebolla de verdeo (se paga un adicional).
Hay pizzas rellenas con hongos y puerro; panceta ahumada tres quesos, y fugazzetta. Y también tres variedades de calzoni.
Las empanadas se ofrecen en siete variedades: carne cortada a cuchillo; pollo; jamón y mozzarella; caprese; espinaca; mozzarella y cebolla, y de humita.
Y las pastas: penne a l'amatriciana; spaghetti aglio e olio, y sorrentinos de salmón ahumado.
Para la hora juvenil, hay variedad de finger foods y por supuesto las picadas, con tablas para compartir.
Aparte de las cervezas artesanales, pueden pedirse tragos y una razonable cantidad de vinos.
El final dulce es bastante clásico: helados, brownies, flan casero y budín de pan al caramelo con dulce de leche, entre otros.
Un bistró que le hace honor a la cocina más refinada del planeta. Le Rêve ("el sueño", en francés), nos transporta a la magia parisina en una esquina de Buenos Aires. La propuesta del joven chef Ramiro Hernández exhibe un técnica perfecta, elegancia y personalidad. La coctelería del "Tiger" es otro fuerte del lugar. Y su ambiente, nos agasaja con música sin estridencias, como debe ser en un restaurante, a lo que se suma un servicio impecable comandado por Darío Núñez. Lujos que nos podemos dar en una ciudad que, en materia de gastronomía, lo tiene todo.
Siempre me fascinó Winston Leonard Spencer Churchill, no por sus ideas políticas, pero sí por muchas otras razones. Quizás una de ellas es que nació el mismo día que yo, un 30 de noviembre. Muchas de sus frases pasaron a la historia, y se sabe tanto de su papel durante la Segunda Guerra Mundial como de sus gustos de sibarita. Era fumador de habanos, como se lo puede ver en las fotos de época, pero también se convirtió en un bebedor empedernido y un gourmand. Winston Club le rinde homenaje con un bar en la planta baja, y un living speakeasy escaleras arriba. La cocina del chef Jonás Alba luce impecable en este lugar, uno de los escasos muy british que podemos encontrar en Buenos Aires.