Helados para derretirseLunes, 11 de diciembre de 2017
El verano ya empieza y las elevadas temperaturas piden tentaciones frías. Acá recomendamos dos novedades y un clásico -que sólo abre en temporada- para que sacies el deseo con helado artesanal, de consistencia tan suave que empieza a derretirse en unos minutos de contacto con el caliente aire porteño.
Pistaccio a la sombra de los sauces en la arbolada y majestuosa Avenida Naón, en Belgrano R. Ahí se encuentra Cimino R sin pretensiones estéticas, ya que a simple vista parece un cafecito como muchos otros, pero esconde un secreto: sus helados de textura suave (hasta los gustos al agua) y sabores poco convencionales.
Si bien las opciones son pocas, la elección se hace difícil: mascarpone con higos, pistaccio, gianduia, limón con albahaca y jengibre, sabayón con sésamo garrapiñado, pera caramel y té chai, son algunas opciones.
Recomendamos probar el pistaccio, ya que es la única heladería de la ciudad que lo elabora sin ninguna esencia de por medio, a la italiana. Este año, los maestros pasteleros y heladeros de Cimino fueron invitados a realizar una capacitación en helados artesanales en la Carpigiani Gelato University (Bologna), y eso se nota el toque "tano", en lo poco empalagoso del sabor y en las texturas suaves ideales para tomarlo a lengüetazos.
El cucurucho cuesta $ 80. También hay paletas heladas con formitas para los niños, pastelería y buena cafetería. Tienen una sucursal en el Mercado de Belgrano, con menos opciones de sabores pero la misma calidad.
Cimino R queda en Dr. Rómulo Naón 2186. Teléfono: 4546-0295. Abre de martes a viernes de 14 a 00:30, sábados desde las 11 y domingos de 11 a 21:30. Y en el Mercado Belgrano: Juramento 2527, puestos 24/25. Teléfono: 4787-5698. Abre de lunes a viernes de 9 a 13 y de 16:30 a 20:30 y sábados de 10 a 20.
Cinnamon Crunch en un patio palermitano. Si bien Guilab ya lo había implementado en su food truck, The Creme Lab es el primer local que utiliza esta técnica de elaboración de helados: nitrógeno líquido (a -196ºC) que al entrar en contacto con la preparación de crema aumenta su temperatura, se vuelve gaseoso y le da un golpe frío instantáneo. Uno elige el sabor y lo preparan en el momento a la vista.
Una asiática y un cordobés tuvieron la buena idea. De tal fusión surgieron los sabores, que van desde el argentino dulce de leche, pasando por Norteamérica con el Cinnamon Crunch (canela, galletas de chocolate y caramelo) hasta llegar a Japón con el matcha latte.
El olor a waffle de vainilla invade el local, por eso es probable tentarse y terminar pidiendo el Hong Kong Waffle con bocha de helado (una bocha $ 140, dos bochas $ 185). Si no, el vaso de un gusto sale $ 65 y el de dos $ 95.
Ofrecen además café de especialidad (el mismo que sirven en Félix Felicis & Co), té matcha con leche (frío o caliente) y pastelería casera con opciones como cinnamon roll. El patio trasero, con plantitas y deck de madera, es muy agradable para tardes de verano.
The Creme Lab queda en El Salvador 4872. Teléfono: 2757-6729. Abre de domingo a jueves de 11 a 23, y viernes y sábados hasta la 1.
Higos al Malbec frente a una plaza con historia es lo que ofrece Florencia, un clásico frente al Parque Lezama. Parte de su mística es abrir sólo en temporada primavera-verano, como hacían hace unos años todas las heladerías de la ciudad, cuando no existía el delivery ni el helado en invierno. Es tan tradicional como el barrio de San Telmo: elaboran el producto in situ hace más de 30 años.
Su dueño, Aldo Agustino, comienza a limpiar las instalaciones a principios de septiembre y cuando termina (entre el 18 y el 22 de ese mes) abre las puertas del local. El patrón nunca está del mejor humor, pero los helados valen la visita.
Recomendamos ir a lo clásico: higos al Malbec, banana split, sabayón, chocolate suizo y el mítico dulce de leche. El de mango es el favorito entre los frutales. Después se puede optar por sentarse en uno de los bancos de la puerta, mirando la gente pasar, o cargar el imponente cucurucho ($ 70) hasta la plaza. No hay con qué darle a los clásicos.
Florencia queda en Defensa 1501, esquina Brasil. Teléfono: 4307-6407. Abre primavera y verano, todos los días de 14 a 00.
Los precios mencionados corresponden a la primera quincena de diciembre de 2017.
El verano ya empieza y las elevadas temperaturas piden tentaciones frías. Acá recomendamos dos novedades y un clásico -que sólo abre en temporada- para que sacies el deseo con helado artesanal, de consistencia tan suave que empieza a derretirse en unos minutos de contacto con el caliente aire porteño.
Pistaccio a la sombra de los sauces en la arbolada y majestuosa Avenida Naón, en Belgrano R. Ahí se encuentra Cimino R sin pretensiones estéticas, ya que a simple vista parece un cafecito como muchos otros, pero esconde un secreto: sus helados de textura suave (hasta los gustos al agua) y sabores poco convencionales.
Si bien las opciones son pocas, la elección se hace difícil: mascarpone con higos, pistaccio, gianduia, limón con albahaca y jengibre, sabayón con sésamo garrapiñado, pera caramel y té chai, son algunas opciones.
Recomendamos probar el pistaccio, ya que es la única heladería de la ciudad que lo elabora sin ninguna esencia de por medio, a la italiana. Este año, los maestros pasteleros y heladeros de Cimino fueron invitados a realizar una capacitación en helados artesanales en la Carpigiani Gelato University (Bologna), y eso se nota el toque "tano", en lo poco empalagoso del sabor y en las texturas suaves ideales para tomarlo a lengüetazos.
El cucurucho cuesta $ 80. También hay paletas heladas con formitas para los niños, pastelería y buena cafetería. Tienen una sucursal en el Mercado de Belgrano, con menos opciones de sabores pero la misma calidad.
Cimino R queda en Dr. Rómulo Naón 2186. Teléfono: 4546-0295. Abre de martes a viernes de 14 a 00:30, sábados desde las 11 y domingos de 11 a 21:30. Y en el Mercado Belgrano: Juramento 2527, puestos 24/25. Teléfono: 4787-5698. Abre de lunes a viernes de 9 a 13 y de 16:30 a 20:30 y sábados de 10 a 20.
Cinnamon Crunch en un patio palermitano. Si bien Guilab ya lo había implementado en su food truck, The Creme Lab es el primer local que utiliza esta técnica de elaboración de helados: nitrógeno líquido (a -196ºC) que al entrar en contacto con la preparación de crema aumenta su temperatura, se vuelve gaseoso y le da un golpe frío instantáneo. Uno elige el sabor y lo preparan en el momento a la vista.
Una asiática y un cordobés tuvieron la buena idea. De tal fusión surgieron los sabores, que van desde el argentino dulce de leche, pasando por Norteamérica con el Cinnamon Crunch (canela, galletas de chocolate y caramelo) hasta llegar a Japón con el matcha latte.
El olor a waffle de vainilla invade el local, por eso es probable tentarse y terminar pidiendo el Hong Kong Waffle con bocha de helado (una bocha $ 140, dos bochas $ 185). Si no, el vaso de un gusto sale $ 65 y el de dos $ 95.
Ofrecen además café de especialidad (el mismo que sirven en Félix Felicis & Co), té matcha con leche (frío o caliente) y pastelería casera con opciones como cinnamon roll. El patio trasero, con plantitas y deck de madera, es muy agradable para tardes de verano.
The Creme Lab queda en El Salvador 4872. Teléfono: 2757-6729. Abre de domingo a jueves de 11 a 23, y viernes y sábados hasta la 1.
Higos al Malbec frente a una plaza con historia es lo que ofrece Florencia, un clásico frente al Parque Lezama. Parte de su mística es abrir sólo en temporada primavera-verano, como hacían hace unos años todas las heladerías de la ciudad, cuando no existía el delivery ni el helado en invierno. Es tan tradicional como el barrio de San Telmo: elaboran el producto in situ hace más de 30 años.
Su dueño, Aldo Agustino, comienza a limpiar las instalaciones a principios de septiembre y cuando termina (entre el 18 y el 22 de ese mes) abre las puertas del local. El patrón nunca está del mejor humor, pero los helados valen la visita.
Recomendamos ir a lo clásico: higos al Malbec, banana split, sabayón, chocolate suizo y el mítico dulce de leche. El de mango es el favorito entre los frutales. Después se puede optar por sentarse en uno de los bancos de la puerta, mirando la gente pasar, o cargar el imponente cucurucho ($ 70) hasta la plaza. No hay con qué darle a los clásicos.
Florencia queda en Defensa 1501, esquina Brasil. Teléfono: 4307-6407. Abre primavera y verano, todos los días de 14 a 00.
Los precios mencionados corresponden a la primera quincena de diciembre de 2017.