La fondita de todos los continentesMartes, 15 de mayo de 2018Sobre la calle Castillo, en Villa Crespo, está el reinado de los sabores étnicos: vienen desde Tailandia y la India, con escala en Suecia, Jamaica y Cuba, para aterrizar en las ollas y sartenes de una cocinera con bajo perfil, pero alto vuelo.
Melão es una fondita y funciona desde 2009 en una calle barrial de Villa Crespo, casi en el límite con Almagro, lugar en el que uno no espera encontrarse nada más que casas. Y no será una casa, pero aquí se come como si se estuviera en la de la de una tía que viajó por todo el mundo y se trajo una selección de sabores, sin dejar de lado su origen latinoamericano.
Está atendida por la cocinera y dueña, Yilán Gil Guzmán, cubana, quien se mudó a los 19 años a Buenos Aires, y antes vivió en Colombia y México, de donde es su esposo y socio, Sergio Ibarra. En Melão, a cargo de la cocina están ella, Sergio, una cocinera mexicana y otra argentina.
La decoración es vivaz, con guirnaldas, platos y manteles de colores, cuadros y fotos en las paredes. La cocina está en el mismo ambiente que las mesas, de ahí la denominación "fondita".
Los platos van cambiando según la estación y la inspiración de la cocina y todos se cobran al mismo precio. Se caracterizan por sus salsas densas, las largas cocciones de las carnes, ser especiados y llevar ingredientes poco comunes para el paladar porteño promedio, como leche de coco, cacao, coco, chiles (como el amado chipotle), plátano y frijoles. Siempre con alguna proteína que puede ser pescado, langostinos, pollo o cerdo, y opción vegetariana. Acompañan salsitas.
Los miércoles son "de mujeres", porque en mesas de más de tres tenemos el postre de cortesía. Este día los platos son "de cocina callejera" ($ 175), como las "Empanaditas Colombianas" (vienen 6, con masa de maíz crujiente rellenas de carne desmechada con papas y otros sabores típicos, con salsa de Hoago y otra picantita), el "Palo Monte Mayombe" (guiso se pollo o verduras con sofrito criollo, ron, piña, aceitunas, pasitas y especias cubanas, sale con boniatos fritos y arroz con frijoles), y el "Patacón Pisao" (plátanos machos en doble cocción, con frijoles dormidos, pescado con coco, ensaladita fresca y salsa verde Guasacaca).
Los jueves "de antojos mexicanos" ($ 175 el plato + agua de fruta) tienen opciones como el Pozole Tapatío (guiso de maíz y chile guajillo sabroso, rojo de cerdo o verde de champiñón, con tortillas, rabanito, cilantro y limón) y las "Enmoladas y Enchiladas" (tortillas de maíz rellenas de tinga de pollo con baño de Mole Chapopote intenso y dulzón, crema, queso rallado, cebolla y cilantro, acompañado de arrocito rojo).
Los viernes gira el menú "La Vuelta al Mundo" (a $ 205 ó $ 195 para llevar), un clásico de Melão. Hay platos de nueve países distintos, como el "Encocao pal Currulau" del Pacífico colombiano (estofado afro de verduras, pollo o camarón y Hogao con coco; achiote, piña y un toque de licor de coco, con arroz blanco, plátano frito y ensaladita), el "Kaeng Ped Carrot Cub Phuk" de Tailandia (curry amarillo picante e intenso de verduras, cerdo, pollo o camarón, con verduras y zapallo, leche de coco y piña, acompañado de arroz blanco); o el "Hackard Jägarbiff" de Suecia (salsa cremosa de hongos de pino, papas en cubo y whisky, col guisada, queso rallado y tomillo, con verduras, pollo o camarón), el plato menos especiado de este menú.
Los sábados al mediodía (abren hasta las 17, ideal para nosotros, los que hacemos almuerzo-merienda sabatina) se puede pedir cualquiera de los platos de "cocina callejera" o de "antojitos mexicanos", y salen con café o té.
En nuestra última visita, se celebraba el Día del Celíaco, por lo que había una selección de platos sin TACC que te hacían bailar. Se degustaron enmoladas y enchiladas, y Patacón Pisao. Nos dejaron visitar Venezuela y volver a un México querido en cada bocado. Cada uno costó $ 195 con vaso de jugo de piña incluido: ¡precios y sabores de otra Latinoamérica!
Para beber, hay "aguas frescas del Chavo del 8" (de fruta natural) en vaso o jarra, "Limonada Guantanamera" (con hierbas, jengibre, azúcar mascabo y hielo, $ 125), y "La Rusa sin Cantarito y Borracha" (mix de frutas cítricas, refresco de naranja, sal, limón, chile y hielo, $ 125). A las dos últimas se les puede agregar un par de shots de Ron Silver Dry o de tequila (+ $ 50).
También hay cerveza de litro ($ 110) y "Micheladota" (cerveza de litro más un preparado especial, $ 125). Y existe la opción de descorche de vino ($ 85).
De postre, "Parfait Melão" (crema fría e intensa de sabores variados, salsas, compota de frutas y crumble especiado según el sabor), o bien se puede ir por un heladito de La Flor de Almagro, de la que hablamos en https://bit.ly/2KbuQB8.
Además, se puede pedir cualquiera de los platos del menú para llevar y preparan tamales por pedido ($ 65 c/u), rellenos de pollo con mole chapopote, de rajas con queso, de frijoles con queso, de puerco adobado, o de piña y leche condensada para los dulceros.
También se dedican al catering, ideal para un evento con comida muy distinta. ¿Querés dos ollas, una de curry, otra de estofado afro, para agasajar a tus invitados? ¿O bocaditos mexicanos? Te lo preparan, y llevan todo para servirlo, incluso los mozos.
Y "Cuchareando por el mundo" es una cena que realizan el primer y tercer sábado de cada mes. Consiste en un menú degustación inspirado siempre en una región distinta. El sábado 19 de mayo, le toca a India del Sur; el 2 de junio a Colombia caribeña; el 16 de junio La Ruta del Mole, y el 30 de junio, a Cuba popular.
Para ir, hay que reservar con antelación: a infomelao@gmail.com ó al (15) 6278-2059.
Sólo efectivo. Precios de mayo de 2018. Melão queda en Castillo 52. Teléfono: 4854-5920 / pedidos al (15) 6278-2059. Horarios de atención: miércoles a viernes de 18:30 a 23:30; sábados de 10 a 17; 1er y 3er sábado del mes de 19:30 a 23:30.
Sobre la calle Castillo, en Villa Crespo, está el reinado de los sabores étnicos: vienen desde Tailandia y la India, con escala en Suecia, Jamaica y Cuba, para aterrizar en las ollas y sartenes de una cocinera con bajo perfil, pero alto vuelo.
Melão es una fondita y funciona desde 2009 en una calle barrial de Villa Crespo, casi en el límite con Almagro, lugar en el que uno no espera encontrarse nada más que casas. Y no será una casa, pero aquí se come como si se estuviera en la de la de una tía que viajó por todo el mundo y se trajo una selección de sabores, sin dejar de lado su origen latinoamericano.
Está atendida por la cocinera y dueña, Yilán Gil Guzmán, cubana, quien se mudó a los 19 años a Buenos Aires, y antes vivió en Colombia y México, de donde es su esposo y socio, Sergio Ibarra. En Melão, a cargo de la cocina están ella, Sergio, una cocinera mexicana y otra argentina.
La decoración es vivaz, con guirnaldas, platos y manteles de colores, cuadros y fotos en las paredes. La cocina está en el mismo ambiente que las mesas, de ahí la denominación "fondita".
Los platos van cambiando según la estación y la inspiración de la cocina y todos se cobran al mismo precio. Se caracterizan por sus salsas densas, las largas cocciones de las carnes, ser especiados y llevar ingredientes poco comunes para el paladar porteño promedio, como leche de coco, cacao, coco, chiles (como el amado chipotle), plátano y frijoles. Siempre con alguna proteína que puede ser pescado, langostinos, pollo o cerdo, y opción vegetariana. Acompañan salsitas.
Los miércoles son "de mujeres", porque en mesas de más de tres tenemos el postre de cortesía. Este día los platos son "de cocina callejera" ($ 175), como las "Empanaditas Colombianas" (vienen 6, con masa de maíz crujiente rellenas de carne desmechada con papas y otros sabores típicos, con salsa de Hoago y otra picantita), el "Palo Monte Mayombe" (guiso se pollo o verduras con sofrito criollo, ron, piña, aceitunas, pasitas y especias cubanas, sale con boniatos fritos y arroz con frijoles), y el "Patacón Pisao" (plátanos machos en doble cocción, con frijoles dormidos, pescado con coco, ensaladita fresca y salsa verde Guasacaca).
Los jueves "de antojos mexicanos" ($ 175 el plato + agua de fruta) tienen opciones como el Pozole Tapatío (guiso de maíz y chile guajillo sabroso, rojo de cerdo o verde de champiñón, con tortillas, rabanito, cilantro y limón) y las "Enmoladas y Enchiladas" (tortillas de maíz rellenas de tinga de pollo con baño de Mole Chapopote intenso y dulzón, crema, queso rallado, cebolla y cilantro, acompañado de arrocito rojo).
Los viernes gira el menú "La Vuelta al Mundo" (a $ 205 ó $ 195 para llevar), un clásico de Melão. Hay platos de nueve países distintos, como el "Encocao pal Currulau" del Pacífico colombiano (estofado afro de verduras, pollo o camarón y Hogao con coco; achiote, piña y un toque de licor de coco, con arroz blanco, plátano frito y ensaladita), el "Kaeng Ped Carrot Cub Phuk" de Tailandia (curry amarillo picante e intenso de verduras, cerdo, pollo o camarón, con verduras y zapallo, leche de coco y piña, acompañado de arroz blanco); o el "Hackard Jägarbiff" de Suecia (salsa cremosa de hongos de pino, papas en cubo y whisky, col guisada, queso rallado y tomillo, con verduras, pollo o camarón), el plato menos especiado de este menú.
Los sábados al mediodía (abren hasta las 17, ideal para nosotros, los que hacemos almuerzo-merienda sabatina) se puede pedir cualquiera de los platos de "cocina callejera" o de "antojitos mexicanos", y salen con café o té.
En nuestra última visita, se celebraba el Día del Celíaco, por lo que había una selección de platos sin TACC que te hacían bailar. Se degustaron enmoladas y enchiladas, y Patacón Pisao. Nos dejaron visitar Venezuela y volver a un México querido en cada bocado. Cada uno costó $ 195 con vaso de jugo de piña incluido: ¡precios y sabores de otra Latinoamérica!
Para beber, hay "aguas frescas del Chavo del 8" (de fruta natural) en vaso o jarra, "Limonada Guantanamera" (con hierbas, jengibre, azúcar mascabo y hielo, $ 125), y "La Rusa sin Cantarito y Borracha" (mix de frutas cítricas, refresco de naranja, sal, limón, chile y hielo, $ 125). A las dos últimas se les puede agregar un par de shots de Ron Silver Dry o de tequila (+ $ 50).
También hay cerveza de litro ($ 110) y "Micheladota" (cerveza de litro más un preparado especial, $ 125). Y existe la opción de descorche de vino ($ 85).
De postre, "Parfait Melão" (crema fría e intensa de sabores variados, salsas, compota de frutas y crumble especiado según el sabor), o bien se puede ir por un heladito de La Flor de Almagro, de la que hablamos en https://bit.ly/2KbuQB8.
Además, se puede pedir cualquiera de los platos del menú para llevar y preparan tamales por pedido ($ 65 c/u), rellenos de pollo con mole chapopote, de rajas con queso, de frijoles con queso, de puerco adobado, o de piña y leche condensada para los dulceros.
También se dedican al catering, ideal para un evento con comida muy distinta. ¿Querés dos ollas, una de curry, otra de estofado afro, para agasajar a tus invitados? ¿O bocaditos mexicanos? Te lo preparan, y llevan todo para servirlo, incluso los mozos.
Y "Cuchareando por el mundo" es una cena que realizan el primer y tercer sábado de cada mes. Consiste en un menú degustación inspirado siempre en una región distinta. El sábado 19 de mayo, le toca a India del Sur; el 2 de junio a Colombia caribeña; el 16 de junio La Ruta del Mole, y el 30 de junio, a Cuba popular.
Para ir, hay que reservar con antelación: a infomelao@gmail.com ó al (15) 6278-2059.
Sólo efectivo. Precios de mayo de 2018. Melão queda en Castillo 52. Teléfono: 4854-5920 / pedidos al (15) 6278-2059. Horarios de atención: miércoles a viernes de 18:30 a 23:30; sábados de 10 a 17; 1er y 3er sábado del mes de 19:30 a 23:30.