Maximiliano Matsumoto, chef ejecutivo de Sofitel Carrasco Montevideo
Martes, 28 de junio de 2022
Después de variadas pasantías en Luxemburgo, España, Inglaterra y el Brasil, así como una extensa trayectoria local, el chef Maximiliano Matsumoto recaló tras la peor etapa de la pandemia en el elegante Sofitel Carrasco de Montevideo, frente a la costa del río color de león. Un reconocimiento internacional, por fortuna cercano, para un cocinero de altísimo nivel, cualidad contrapuesta a su bajo perfil.
Maximiliano Matsumoto es nacido y criado en Burzaco, provincia de Buenos Aires. Siendo descendiente de floricultores japoneses, desde chico probó y luego creó él mismo, combinaciones de sabores locales con orientales. La vocación por la cocina estaba latente ya a corta edad.
Al terminar la escuela secundaria, inició un recorrido de formación en el Instituto Argentino de Gastronomía (IAG), para más adelante ser aprendiz de Germán Martitegui (de quien por suerte aprendió lo mejor), y participante de pasantías en lugares tan disímiles entre sí como lo son Luxemburgo, España, Inglaterra y el Brasil.
Así es como, a finales de 2019, Sofitel Carrasco Montevideo convoca a Maximiliano (que ya había comandado el Special Event de Hotel Faena y 5 restaurantes en Buenos Aires: Aldo's San Telmo, Aldo's Palermo, sus respectivos Wine Bar y Tora Restaurant).
En diciembre de 2019 Luciano Fontana, entonces gerente general de Sofitel Carrasco Montevideo, hoy radicado en Dubai, convoca a Maxi para hacerse cargo de la cocina del hotel.
Y éste le dice: "si busca un chef de cocina francesa clásica, yo no soy el indicado. Si bien tengo bases y ciertas técnicas francesas, mi cocina era de un dejo asiático: una cocina más personal".
Pero era un cambio lo que estaban buscando. Así lo cuenta Matsumoto: "Luciano me dijo que justamente me convocaron para romper el molde, sin bajar los estándares; una persona que pudiera ofrecer una cocina más novedosa".
"Lo que me define no es hacer un estilo de cocina puntual; al ser nikkei y haber nacido en la Argentina, mi cocina puede definirse como como autóctona con dejos asiáticos", afirma Maximiliano.
Las bases del acuerdo estaban sentadas, pero llegó la maldita pandemia y hubo que hacer un impasse hasta que el turismo volviera a por lo menos un estado de seminormalidad. El hotel tuvo la visión y la buena decisión de mantener el acuerdo, a la espera de que, finalmente, Matsumoto pudiera viajar e instalarse en el país vecino.
Ya en funciones como chef ejecutivo, ha logrado fusionar la gastronomía local y su impronta personal, para trasladarla a la propuesta gastronómica de Sofitel CarrascoMontevideo.
La cocina que viene trabajando es local y de autor, contando únicamente con el aporte de productores uruguayos. "En mi primera visita al hotel, me preguntaron qué es lo que haría primero, y les dije que mi carta iba a ser local, porque al entrar a su cámara vi que tenían productos de todas partes del mundo", agrega.
La decisión de trabajar solo con productores zonales, apunta no sólo a fomentar el desarrollo y la economía local, sino además a ser más sustentables. Una consideración sobre el origen de los productos, para Maximiliano es el impacto ambiental que tienen: "¿para qué traer desde el otro lado del mundo?", con todo lo bueno que hay acá.
El paso siguiente fue visitarlo en su cocina de Aldo´s San Telmo, en una etapa en la que desarrollaba una cocina inspiradísima, de elevada calidad y sorprendentes combinaciones.
De ahí en más, nos hicimos fanáticos y quedamos ligados a su trayectoria, al final en Tora, restaurante de cocina asiática que lo tuvo como mentor y chef ejecutivo.
Un día nos llamaron desde la organización japonesa que otorga el Premio al Joven Nikkei, para preguntarnos a quién recomendaríamos entre los muchos jóvenes cocineros de origen japonés. La respuesta era obvia: "Maximiliano Matsumoto". Tuvimos la satisfacción de que le otorgaran dicho premio, siendo nosotros su "padrino".
Su talento va más allá del tipo y vertiente culinaria que le toque desarrollar. Por caso, durante la cuarentena participó de un proyecto que dio que hablar: pizzas de estilo Chicago, algo simple pero que exige también mucha creatividad.
Guste a quien le gustare, nosotros decimos que es un caso en que el alumno superó al maestro. Por su cocina, su humildad y la vocación para trabajar siempre en busca de superarse y ofrecer algo más de lo que se puede dar.
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