Adiós a Donald HessMartes, 31 de enero de 2023La compañía anunció el fallecimiento de Donald M. Hess, a través de un comunicado oficial a los medios y sus empleados. Un suizo que se enamoró de la Argentina y plantó su semilla en la tierra salteña, donde también realizó innumerables obras de beneficencia. ¿Cómo lo conocimos, el recuerdo de una jornada muy particular?
No recuerdo con precisión el año, pero fue hace bastante tiempo y solo basta recordar que, por entonces, mis hijos Lisandro y Marina eran muy chicos. Serán al menos 16 ó 17 años atrás.
Era cerca de fin de año y estábamos los cuatro en Cafayate, en lo de Palo Domingo, cuando éste nos dijo de sopetón: "Mañana vamos a Colomé y vamos a almorzar con Donald y Úrsula". Algo impensado porque uno, como periodista, sabía que podían recibirlo en la bodega, recorrerla, probar los vinos y, tal vez con un poco de fortuna, saludar al propietario".
Pero sentarse a la mesa con él, era claramente una utopía, salvo que uno fuera de la mano de un colega al que Donald siempre respetó a ultranza: Palo Domingo.
Claro que antes de emprender el viaje por la Ruta 40 hacia el norte, Palo nos aclaró que "tus hijos se tienen que portar bien, nada de peleas y solo deben hablar si les preguntan algo".
Así llegamos a Colomé con algo de temor, más aún cuando el dueño de casa no tuvo mejor idea que sentar a Lisandro a su lado, y a Marina pegada a Úrsula. La cosa salió mejor que lo esperado, pues ambos no tuvieron inconvenientes en hablar con el matrimonio, un poco en inglés, otro en castellano con Úrsula, porque Donald no estaba muy ducho con nuestra lengua.
Fue un almuerzo cordial y muy ilustrativo. Inclusive, en esa charla escuchamos por primera vez hablar de la agricultura biodinámica, que los Hess impulsaban, pero que tanto a Palo como a mí nos provocaba dudas como, por ejemplo, el hecho de que la vacunación contra la aftosa es obligatoria en nuestro país, además de que, en la tierra salteña, como alguna vez nos dijo Osvaldo Domingo, es muy difícil desarrollar una agricultura orgánica porque los insectos te devoran. Pero ésa es otra historia.
Nunca más pudimos hablar con Donald. Hace unas semanas atrás, en Cafayate, nos dijeron que estaba mal de salud. Lamentablemente, llegó la triste noticia en el día de hoy.
Hay que recordar (y valorar) lo que el matrimonio Hess hizo en nuestro NOA. Ellos compraron su primera parcela de tierra en Payogasta en el año 1998, cuando tuvieron la visión de elaborar vinos en Salta.
Luego el sueño se convirtió en una realidad más concreta, al adquirir la Bodega Colomé en el año 2011. A partir de allí, construyó una empresa de más de 180 empleados, 280 hectáreas de viñedos que además le permitió plantar, a su vez, a una altitud de 3.111 metros sobre el nivel del mar.
La segunda bodega la compraría años más tarde en Cafayate, camino al Divisadero, a la que llamó como una de sus etiquetas: Amalaya.
Hoy, el negocio está a cargo de una de las hijas de Donald, Larissa Hess, junto a su esposo, Christoph Ehrbar.
Desde Fondo de Olla © enviamos las condolencias del caso a la familia de este empresario suizo que un día decidió invertir en la vitivinicultura, aun en un lugar tan difícil como Colomé. Y que, además del negocio, siempre exhibió un costado solidario para ayudar a la gente de la zona.
La compañía anunció el fallecimiento de Donald M. Hess, a través de un comunicado oficial a los medios y sus empleados. Un suizo que se enamoró de la Argentina y plantó su semilla en la tierra salteña, donde también realizó innumerables obras de beneficencia. ¿Cómo lo conocimos, el recuerdo de una jornada muy particular?
No recuerdo con precisión el año, pero fue hace bastante tiempo y solo basta recordar que, por entonces, mis hijos Lisandro y Marina eran muy chicos. Serán al menos 16 ó 17 años atrás.
Era cerca de fin de año y estábamos los cuatro en Cafayate, en lo de Palo Domingo, cuando éste nos dijo de sopetón: "Mañana vamos a Colomé y vamos a almorzar con Donald y Úrsula". Algo impensado porque uno, como periodista, sabía que podían recibirlo en la bodega, recorrerla, probar los vinos y, tal vez con un poco de fortuna, saludar al propietario".
Pero sentarse a la mesa con él, era claramente una utopía, salvo que uno fuera de la mano de un colega al que Donald siempre respetó a ultranza: Palo Domingo.
Claro que antes de emprender el viaje por la Ruta 40 hacia el norte, Palo nos aclaró que "tus hijos se tienen que portar bien, nada de peleas y solo deben hablar si les preguntan algo".
Así llegamos a Colomé con algo de temor, más aún cuando el dueño de casa no tuvo mejor idea que sentar a Lisandro a su lado, y a Marina pegada a Úrsula. La cosa salió mejor que lo esperado, pues ambos no tuvieron inconvenientes en hablar con el matrimonio, un poco en inglés, otro en castellano con Úrsula, porque Donald no estaba muy ducho con nuestra lengua.
Fue un almuerzo cordial y muy ilustrativo. Inclusive, en esa charla escuchamos por primera vez hablar de la agricultura biodinámica, que los Hess impulsaban, pero que tanto a Palo como a mí nos provocaba dudas como, por ejemplo, el hecho de que la vacunación contra la aftosa es obligatoria en nuestro país, además de que, en la tierra salteña, como alguna vez nos dijo Osvaldo Domingo, es muy difícil desarrollar una agricultura orgánica porque los insectos te devoran. Pero ésa es otra historia.
Nunca más pudimos hablar con Donald. Hace unas semanas atrás, en Cafayate, nos dijeron que estaba mal de salud. Lamentablemente, llegó la triste noticia en el día de hoy.
Hay que recordar (y valorar) lo que el matrimonio Hess hizo en nuestro NOA. Ellos compraron su primera parcela de tierra en Payogasta en el año 1998, cuando tuvieron la visión de elaborar vinos en Salta.
Luego el sueño se convirtió en una realidad más concreta, al adquirir la Bodega Colomé en el año 2011. A partir de allí, construyó una empresa de más de 180 empleados, 280 hectáreas de viñedos que además le permitió plantar, a su vez, a una altitud de 3.111 metros sobre el nivel del mar.
La segunda bodega la compraría años más tarde en Cafayate, camino al Divisadero, a la que llamó como una de sus etiquetas: Amalaya.
Hoy, el negocio está a cargo de una de las hijas de Donald, Larissa Hess, junto a su esposo, Christoph Ehrbar.
Desde Fondo de Olla © enviamos las condolencias del caso a la familia de este empresario suizo que un día decidió invertir en la vitivinicultura, aun en un lugar tan difícil como Colomé. Y que, además del negocio, siempre exhibió un costado solidario para ayudar a la gente de la zona.