Cocina peruana de inmejorable relación precio calidad

Barra Chalaca llegó a Palermo

Viernes, 15 de septiembre de 2023

El segundo local de Barra Chalaca, en Buenos Aires, está ubicado en Palermo y a pocas cuadras de La Mar, restaurante del mismo grupo gastronómico encabezado por el chef Gastón Acurio. La propuesta del flamante local es de cocina criolla y de mar, auténtica y exuberante, sabrosa y de precio muy accesible. Altamente recomendable.

Barra Chalaca - Dirección: Arévalo 1392 esquina Niceto Vega, Palermo. Teléfono: 15 7840 5050. Horarios: todos los días de 12.20 a 00.00 - Precio: $$$. Web: barrachalacaargentina.com

La palabra "chalaca" hace referencia a una persona oriunda del Callao, puerto y distrito metropolitano de la costa central del Perú, donde se encuentra además el Aeropuerto Internacional de Lima.

Bajo un formato popular e informal, estos restaurantes están inspirados en las típicas barras cevicheras, donde se puede degustar lo más clásico de la gastronomía peruana, en porciones muy generosas. Y también a precios realmente muy convenientes.

A principios de este año, la primera Barra Chalaca se instaló en Las Lomitas (Lomas de Zamora) y ahora se agrega un segundo local en Palermo, precisamente a escasas cuadras de su hermana mayor, La Mar Cebichería.

Para la apertura llegaron al país Gastón Acurio y el chef a cargo de todos los locales de Barra Chalaca, Álvaro Amado. Asimismo, participó en el armado del menú la chef del grupo, Astrid Acuña. Será Daniel Llasaca, peruano radicado desde muy pequeño en nuestro país, quien se hará cargo de la brigada de cocina, incluyendo las demás aperturas que se van a producir de aquí en más. "Nikkei", como le dicen todos, ya trabajó en La Mar en los tiempos de Antonhy Vásquez.

La ambientación responde a la uniformidad con la que se refleja en cada concepto gastronómico del Grupo Acurio. En este caso, imágenes que destacan el folclore del barrio de El Callao, así como las pizarras en las que se leen frases típicas de la cultura peruana y detalles de algunos de los platos de la carta.

Hay un salón con mesas de madera y sillas de mimbre pintadas de color celeste. También cuentan con más ubicaciones en la vereda, que vendrán muy bien en los buenos tiempos primaverales que se avecinan, ya que el éxito de público fue inmediato y seguramente pronto habrá que ir bien temprano para conseguir mesa.

Si hay algo que nos complica es, sin dudas, decidirnos entre tantas opciones que contiene el menú. 

Se requerirán varias visitas para satisfacer nuestros deseos de probar todos y cada uno de estos platos de mar y de la culinaria criolla que ha atrapado definitivamente nuestros paladares.

Por ser la primera visita a Barra Chalaca, se nos solucionó el problema ya que fue el mismo Álvaro quien se encargó de armarnos una degustación que nos permitió probar varias de las preparaciones de la carta. 

Para comenzar, llegaron al a mesa las tortitas de choclo coronadas de con su cebichito cremoso de mariscos "La Punta". En la cocina criolla peruana nunca faltan las croquetas y, esta vez, fueron las "marineras" con su tártara de ají amarillo. Muy ricas.

Pero lo que siguió es desde ahora uno de nuestros favoritos. Se trata de los wantacos, de masa crocante y rellenos de tartar de trucha y palta nikkei. Téngase en cuenta que aquí, como en La Mar y Tanta, solo se utiliza pesca del Atlántico, por lo que no hay salmón de criadero. Este plato es uno de los más logrados y recomendamos no omitirlo.

El tiradito "Chucuito" de pesca del día con leche de tigre cremosa, palta y oliva exhibía esa perfecta combinación entre color y sabor. Lo que se diría, una verdadera pinturita.

Y aún faltaba un plato contundente: chaufa nikkei, con tempura de langostinos y boniato con su salsa nikkei, sobre la base de arroz chaufa. 

Va de suyo que nos quedó mucho sin probar, como las cinco variedades de cebiches y otros tantos tiraditos (además del "Chucuito" que se probó); también cinco causas; piqueos como las empanadas chalacas, wantanes de mariscos, copón de leche de tigre y sus yuquitas; más tres preparaciones con langostinos.

Cuentan asimismo con cuatro opciones de sánguches (así está escrito en la carta): de milanesa de pescado; salchimar; fish burgers; de chicharrones de calamar.

Hay chicharrones (de pescado, de calamar, y súper jalea); chaufas y arroces varios; pescados enteros (fritos, sudados, a la chorrillana, y nikkei).

En el capítulo de "Platos y más platos", proponen ravioles de choclo; tallarines con berberechos; picante de mariscos; lomo saltado; dos opciones de tacu tacu, y milanesa de pescado con pasta al pesto.

Los tres postres son bien clásicos y golosos: suspiro limeño; tres leches, y torta de chocolate.

De la barra de cócteles y tragos, hay que darle prioridad al Pisco Sour y el Chilcano. Además de cerveza, que va muy bien con esta comida, hay una lista de vinos con predominio de la Bodega Catena Zapata. El servicio resultó muy eficiente y cordial.

Alguna vez, hace varios años, dijimos que la cocina peruana en Buenos Aires no tenía "clase media". Esto es porque la oferta estaba limitada a lugares muy costosos y, por el otro lado, había huariques y bodegones sencillos, en su mayoría destinados a la colectividad del país hermano, austeros y de precios acomodados.

Barra Chalaca es, en este sentido, un lugar de rica comida, ambiente súper agradable y, por sus precios, se ubica dentro de esa franja de precio medio que tanto pedíamos. Bienvenido y que vengan pronto más barras como ésta en otros lugares de la ciudad. 

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