Sesos fritosDomingo, 21 de abril de 2024Presentados muchas veces como como una buena alternativa a la molleja, los sesos se consiguen a un precio muy accesible. Para algunos impresionan por su forma, pero hay toda una tradición en su uso en la cocina, como por ejemplo en el relleno de los ravioles. Aquí el IPCVA los presenta de otra manera.
Tal vez no resulte tan fácil encontrarlos en las góndolas de los súper, pero seguro que el carnicero del barrio los tiene. En su momento, sobre todo para los hogares de tradición italiana, su presencia era habitual. Muchas de nuestras abuelas los utilizaban para los rellenos de los ravioles junto con la espinaca.
Y, si bien han desaparecido prácticamente de las parrilladas, en algunos lugares del interior del país siguen ocupando su lugar junto a los riñones, las mollejas y los chinchulines.
Nos referimos a los sesos, que son una buena alternativa por su bajo costo.
En el recetario del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina, se propone una manera sencilla de preparación para luego consumirlos como snack o en una picada.
Antes de comenzar con la preparación, debés realizar la limpieza de los sesos. Esto es, retirar las venitas y restos de sangre para luego enjuagarlos con agua fría.
El siguiente paso es ponerlos a hervir en una olla con agua, sal, una hoja laurel, romero y una cebolla cortada finita.
Luego, esperá a que se enfríen y cortalos en rodajas de 1/2 centímetro cada una. Después, pasalos por harina y por huevo batido.
Por último, freílos en aceite muy caliente. Sacalos y colocalos sobre papel de cocina, para que absorba el excedente de aceite. Servirlos calientes.
Presentados muchas veces como como una buena alternativa a la molleja, los sesos se consiguen a un precio muy accesible. Para algunos impresionan por su forma, pero hay toda una tradición en su uso en la cocina, como por ejemplo en el relleno de los ravioles. Aquí el IPCVA los presenta de otra manera.
Tal vez no resulte tan fácil encontrarlos en las góndolas de los súper, pero seguro que el carnicero del barrio los tiene. En su momento, sobre todo para los hogares de tradición italiana, su presencia era habitual. Muchas de nuestras abuelas los utilizaban para los rellenos de los ravioles junto con la espinaca.
Y, si bien han desaparecido prácticamente de las parrilladas, en algunos lugares del interior del país siguen ocupando su lugar junto a los riñones, las mollejas y los chinchulines.
Nos referimos a los sesos, que son una buena alternativa por su bajo costo.
En el recetario del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina, se propone una manera sencilla de preparación para luego consumirlos como snack o en una picada.
Antes de comenzar con la preparación, debés realizar la limpieza de los sesos. Esto es, retirar las venitas y restos de sangre para luego enjuagarlos con agua fría.
El siguiente paso es ponerlos a hervir en una olla con agua, sal, una hoja laurel, romero y una cebolla cortada finita.
Luego, esperá a que se enfríen y cortalos en rodajas de 1/2 centímetro cada una. Después, pasalos por harina y por huevo batido.
Por último, freílos en aceite muy caliente. Sacalos y colocalos sobre papel de cocina, para que absorba el excedente de aceite. Servirlos calientes.