Una noche en BrinnoJueves, 27 de junio de 2024Hace unos días visitamos una de las más novedosas aperturas de la ciudad y que, sin duda alguna, dará mucho que hablar por su propuesta tan fresca como disruptiva.
Brinno - Dirección: Malabia 1574 Palermo Soho - Teléfono: 011 2766 3447. Horarios: miércoles a sábados desde las 20:00. IG: @brinno.ba
Los cocktails de autor con los que empezamos nos parecieron muy interesantes, ya que en la búsqueda de que cada uno represente alguna obra de arte icónica y famosa a nivel mundial, lograron brindarles una fusión de aromas y sensaciones que los hacen únicos.
Entre nuestros favoritos quedaron: Sweater Rojo (una reversión del icónico Negroni, que busca encapsular la complejidad y la profundidad de la obra de Berni en una experiencia sensorial), y Vitruviano (infusión de un blend de whisky ahumado con vainilla, maracuyá y jugo fresco de limón, inspirado en la gran obra de Da Vinci).
El menú, por su parte, es una exquisita creación del chef Iñaki Goldin, en el cual se aprecia una importante combinación de técnicas culinarias y sabores que le dan a esta carta, de platos estacionales, una impronta de "comfort food" y modernidad gastronómica.
Esa noche, por recomendación del chef, probamos de entrada el "Autunm", plato de repollo asado con mermelada de sweet chili, y el "Iris de Hokusai", un tataki de lomo acompañado de puré de papa cremoso y chili oil.
Detalle no menor es que ese día, al igual de todos los fines de semana, la cena contaba con un maridaje perfecto, que cambia semanalmente cambia alternándose entre las bodegas más importantes del país.
En nuestro caso, cada paso fue acompañado de un varietal distinto de los vinos D. V. Catena, de la Bodega Catena Zapata.
Entre el vino y la focaccia de masa madre que amenizaban la charla, llegaron los principales.
El primero fue "El Mago", gnocchi de sémola con ragout de hongos y portobellos sellados que aportaron un sabor tan rico como intenso a la clásica pasta, y "El Tiempo Ahumado", bondiola de cerdo acompañada de puré de boniato y pera ponchada en almíbar de hierbas.
Como toda salida romántica, nos dimos las pausas necesarias para disfrutar de la cena, de la candidez del ambiente, de la música chill que acompañaba de fondo nuestra animada conversación, del vino...
Por eso debo admitir que estábamos en el modo más "chill" cuando llegaron los postres.
El primero fue "Terrasu du Café", una french toast acompañada de semifreddo de banana y salsa toffee de café, y el segundo (el cual por lejos logró cautivarnos con esa originalidad creativa que encierra el concepto del lugar) fue el "Venus de Milo".
Quien lee la descripción de este último en carta, se hace la idea literal de un "Vigilante", ese postre popular y típico de la cultura argenta, sólo que con una simple variación del tipo de queso. Pues les digo que este postre es mucho más...
Si bien está inspirado en la clásica composición de queso y dulce, este plato está elaborado a base de dulce de membrillo casero y queso brie tibio, garrapiñada de frutos secos y jalea de fruta.
Resultó una reinterpretación del tradicional postre, tan acertada que no compite con la versión original, sino que es una alternativa de fusiones y sabores más audaces para paladares algo más arriesgados.
Para cerrar, Brinno nos deparó una experiencia muy destacada, con una propuesta gastronómica diferente y un servicio y atención de primera. Cuidaron mucho cada detalle. Es un lugar ideal para reuniones íntimas entre amigos y una opción perfecta para salidas en pareja.
Hace unos días visitamos una de las más novedosas aperturas de la ciudad y que, sin duda alguna, dará mucho que hablar por su propuesta tan fresca como disruptiva.
Brinno - Dirección: Malabia 1574 Palermo Soho - Teléfono: 011 2766 3447. Horarios: miércoles a sábados desde las 20:00. IG: @brinno.ba
Los cocktails de autor con los que empezamos nos parecieron muy interesantes, ya que en la búsqueda de que cada uno represente alguna obra de arte icónica y famosa a nivel mundial, lograron brindarles una fusión de aromas y sensaciones que los hacen únicos.
Entre nuestros favoritos quedaron: Sweater Rojo (una reversión del icónico Negroni, que busca encapsular la complejidad y la profundidad de la obra de Berni en una experiencia sensorial), y Vitruviano (infusión de un blend de whisky ahumado con vainilla, maracuyá y jugo fresco de limón, inspirado en la gran obra de Da Vinci).
El menú, por su parte, es una exquisita creación del chef Iñaki Goldin, en el cual se aprecia una importante combinación de técnicas culinarias y sabores que le dan a esta carta, de platos estacionales, una impronta de "comfort food" y modernidad gastronómica.
Esa noche, por recomendación del chef, probamos de entrada el "Autunm", plato de repollo asado con mermelada de sweet chili, y el "Iris de Hokusai", un tataki de lomo acompañado de puré de papa cremoso y chili oil.
Detalle no menor es que ese día, al igual de todos los fines de semana, la cena contaba con un maridaje perfecto, que cambia semanalmente cambia alternándose entre las bodegas más importantes del país.
En nuestro caso, cada paso fue acompañado de un varietal distinto de los vinos D. V. Catena, de la Bodega Catena Zapata.
Entre el vino y la focaccia de masa madre que amenizaban la charla, llegaron los principales.
El primero fue "El Mago", gnocchi de sémola con ragout de hongos y portobellos sellados que aportaron un sabor tan rico como intenso a la clásica pasta, y "El Tiempo Ahumado", bondiola de cerdo acompañada de puré de boniato y pera ponchada en almíbar de hierbas.
Como toda salida romántica, nos dimos las pausas necesarias para disfrutar de la cena, de la candidez del ambiente, de la música chill que acompañaba de fondo nuestra animada conversación, del vino...
Por eso debo admitir que estábamos en el modo más "chill" cuando llegaron los postres.
El primero fue "Terrasu du Café", una french toast acompañada de semifreddo de banana y salsa toffee de café, y el segundo (el cual por lejos logró cautivarnos con esa originalidad creativa que encierra el concepto del lugar) fue el "Venus de Milo".
Quien lee la descripción de este último en carta, se hace la idea literal de un "Vigilante", ese postre popular y típico de la cultura argenta, sólo que con una simple variación del tipo de queso. Pues les digo que este postre es mucho más...
Si bien está inspirado en la clásica composición de queso y dulce, este plato está elaborado a base de dulce de membrillo casero y queso brie tibio, garrapiñada de frutos secos y jalea de fruta.
Resultó una reinterpretación del tradicional postre, tan acertada que no compite con la versión original, sino que es una alternativa de fusiones y sabores más audaces para paladares algo más arriesgados.
Para cerrar, Brinno nos deparó una experiencia muy destacada, con una propuesta gastronómica diferente y un servicio y atención de primera. Cuidaron mucho cada detalle. Es un lugar ideal para reuniones íntimas entre amigos y una opción perfecta para salidas en pareja.