Visitamos el stand de la provincia de San Juan en Caminos & Sabores y, entre los productos que más nos llamaron la atención, había licores artesanales de la firma Marticorena. Entre sus numerosas variedades y, haciendo honor a los ancestros navarros, estaba el pacharán, la tradicional bebida que se elabora macerando el fruto de la endrina. Se trata de una empresa con larga tradición, que inició sus actividades en Buenos Aires y hoy se encuentra en San Juan, de la mano de José Luis Molina Marticorena.
Cuentan que Don Domingo Marticorena, inmigrante de origen vasco, fundó en 1860 en Buenos Aires, la primera fábrica de "soda y licores". Dados los antecedentes vascos del fundador, la primera bebida que comercializaron fue el tradicional pacharán, un licor que se elabora macerando endrinos (fruto de la endrina, de color azulado).
Con el tiempo, la firma cambió de dueños y continuó su labor hasta los años '60, cuando dejó de funcionar. Algunos descendientes de Don Domingo se trasladaron a la provincia de San Juan, donde actualmente José Luis Molina Marticorena (hijo de María Luisa Marticorena y Emilio Molina), es quien continúa la tradición.
José Luis nos recibió en el stand de la provincia cuyana en Caminos & Sabores, donde nos contó que posee una fábrica en la localidad de Santa Lucía donde elaboran más de 30 licores diferentes.
El productor recibió el legado de su madre, quien preparaba sus licores de manera artesanal y que les daba en pequeñas dosis a sus hijos cuando se enfermaban. María Luisa había aprendido los secretos de su padre, a través de recetas familiares.
Sin embargo, José Luis comenzó a modificar esas recetas que, a su gusto le resultaban demasiado dulces. Y, en un determinado momento, incentivado por los buenos comentarios que recibía de sus amigos y compañeros de estudio, pensó seriamente en elaborarlos en cantidad y ponerlos a la venta. Este trabajó complementaría finalmente su profesión de técnico electrónico y el ejercicio de la docencia.
Si bien los primeros elaborados fueron los de hierbas, sabía que el dulce de leche sería una variedad que le permitiría crecer, dado el fanatismo argentino por este producto.
En la actualidad, tiene siete licores de dulce de leche en su composición: con anís, banana, coco, mandarina, naranja, nuez, almendra y whisky, chocolate Bariloche y rhum.
Entre los de hierbas, comercializa uno digestivo, otro para el colesterol, hepático, "pasionaria", "Mil hombres", romero y tomillo. El afrodisíaco al que llama "Sexi", posee entre sus ingredientes a la muña muña, hierba tradicional del NOA.
Entre los que José Luis nos hizo probar en la feria, también estaban los de gustos frutales: limón, mandarina, naranja y el membrillo, este último un símbolo productivo de la provincia de San Juan. Hay otras opciones como nuez, almendra, frutos del bosque y rosa mosqueta.
Además del pacharán, que es el que le da identidad a la tradición familiar, hay uno similar al "Tía María"; de miel, anís, de "vino" Mistela y de Syrah, además de un fernet serrano.
Molina Marticorena es asimismo creador de un dispenser de 30 picos, que permite servir los licores a temperatura adecuada (muy fríos). La recomendación es mantenerlos refrigerados para su consumo, en copas de entre 30 a 40 cc como máximo. Nuestro preferido fue el pacharán, por supuesto.
Para adquirir estos productos, se puede hacerlo a través de Facebook (joseluismolinamarticorena), o bien al teléfono 264 418 1800 (sólo mensajes).
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