Trazabilidad en la pesca: "una especie de nueva ley de alquileres"

Estos proyectos de ley, tal como pasó oportunamente con el etiquetado de alimentos, están llenos de declaraciones voluntaristas en sus considerandos, pero lo único que hacen es sumar y hasta duplicar regulaciones que ya existen.

Por ejemplo: "la producción primaria se deberá verificar con la Cuota Individual de Captura"; la obligación de "incorporar como información de trazabilidad el "Lote de Producto de la Pesca"; la "Identificación de Cada lote" o "El Código 3 - Alfa FAO de la Especie".

Todas estas normas de identificación ya las lleva adelante el SENASA, cuando dice que "todos los productos de origen animal deben identificar el número de lote y, en cuanto al código FAO, en la Argentina usamos el nombre científico del producto.

Por lo tanto, ya existen las cuotas máximas de pesca por especie en nuestro país, y se fijan año a año.

Por otra parte, hoy existen muchos proveedores locales y de comercio exterior que indican la zona de pesca.

Considero un aspecto positivo que, eventualmente, cualquier "jugador" de la cadena de suministro de pescado comience a brindar a sus clientes información de trazabilidad de manera voluntaria, porque ofrece entonces un producto con valor agregado frente a sus competidores.

Pero pretender sumar más estipulaciones y multas a la mochila regulatoria del comercio, resulta tragicómico, en especial porque terminan fomentando la informalidad que tanto pretenden combatir.

El Círculo de Políticas Ambientales impulsa una ley para crear un Sistema Nacional de Trazabilidad de la Pesca, supuestamente para "conocer el origen del producto desde su pesca hasta el transporte y la venta al público, evitar el fraude de especies, cuidar la salud de los consumidores y potenciar las exportaciones pesqueras, entre otros puntos". Y, asimismo, hay dos iniciativas en comisiones parlamentarias, presentadas por Marcela Paso y Maximiliano Ferraro.

Si estos legisladores que presentaron el tema o cualquier individuo lo hace, quisieran opinar sobre la "Pesca Ilegal No Declarada o no Reglamentada", pues que vayan un día al puerto de Montevideo y vean con sus propios ojos qué buques se reabastecen. O embárquense y viajen hasta la milla 200, si se atreven.

Todo lo demás, es fuego de artificio desde un escritorio que solo complica al productor y al consumidor.