Cocina asiática de interpretación libre

Bushi: donde las ideas fermentan

Viernes, 13 de septiembre de 2024

Obra de dos amigos del colegio, Bushi Noodle Bar sorprende por su ambiente particular y una cocina asiática libre de ataduras. Francisco Suárez es el chef a cargo de la brigada, en tanto que Bruno D'Andrea -su socio y amigo- maneja el salón como pez en el agua. Ya se sabe que katsuobushi es un ingrediente de la cocina japonesa y del ramen, en el que katsuo es la pesca y bushi el proceso de fermentación. Como resultado, nos encontramos con un lugar donde la cocina asiática tiene la propia interpretación del chef, con una muy buena relación precio calidad.

Bushi Noodle Bar - Dirección: Bonpland 1201, Villa Crespo - WhatsApp: +54 911 2894 0769. Web: https://bushiresto.com.ar/ Horarios: martes a sábados de 19:30 a 00:00. Reservas: Reservas: https://www.instagram.com/bushiresto/

Los creadores de Bushi son Francisco Suárez, quien estudió gastronomía en el Ott College de Acasusso, luego de lo cual se lanzó a la aventura viajando y capacitándose en países como Irlanda y Nueva Zelanda (en este último país vive parte de su familia).

Al regresar al país, junto a su amigo de la infancia Bruno D'Andrea, pergeñaron este lugar que es mucho más que un "noodle bar", como su nombre lo indica. Bruno es abogado, pero decidió dejar la rutina y el aburrimiento de su profesión, para meterse de lleno en una actividad que, vale destacarlo, no tiene nada esquematizado.

Así es como nace Bushi, tras la pandemia, ya que abrieron las puertas del restaurante en marzo de 2023. Francisco y Bruno ya habían experimentado, de manera casi amateur, la realización de cenas en formato pop-up y, de esta manera, le tomaron el gustito a la cosa. Eso sucedia allá por el año 2017, por lo que se tomaron su tiempo para hacer realidad su sueño.

Eligieron para ello una esquina barrial entre Villa Crespo y Chacarita, el nuevo polo gastronómico de CABA que viene creciendo a pasos agigantados. Y a la hora de optar por un nombre, se decidieron por el original "Bushi". Surge precisamente de la palabra katsuobushi, uno de los ingredientes esenciales de la cocina japonesa que se utiliza para elaborar caldos (como en el ramen, por ejemplo). Se caracteriza por la presencia de umami, el quinto sabor presente en la cocina asiática. Para graficar, algunos también lo definen como una especie de cecina de pescado ahumado.

Si buceamos en la etimología de la palabra, nos encontramos con que katsuo es el pescado, y bushi el proceso de fermentación al que se lo somete. Fran, e chef, tomó a la cocina asiática como fuente de inspiración y, a partir de allí, fue buscando ingredientes para darle identidad propia a sus preparaciones.

Bushi Karokke.

De manera que no podemos decir que la propuesta de Bushi sea simplemente un lugar de cocina asiática, sino que hay una interpretación del chef que lo ha llevado a reversionar clásicos de esa culinaria tan rica y variada.

Podría decirse, entonces, que en Bushi "juegan" con los sabores asiáticos. La carta está compuesta por platitos, bowls y principales, con protagonismo se se quiere de los dumplings y el ramen.

Como Bruno no consume proteínas animales, hay también una oferta que satisface ampliamente a quienes practican este tipo de dietas sin carnes.

Hongos.

En ocasión de nuestra visita, transcurría la última "Semana del Ramen" y coincidía con una preparación vegetariana. Después de interiorizarse del gusto de este comensal, si bien esperábamos esa opción, el chef nos sorprendió con una variante de la carta a la que bautizaron como "El homenaje" (Shoyu Ramen), que es el primero que Fran cocinó al sumergirse en la cocina asiática.

Lleva chintan de pollo, fideos frescos, panceta, huevo, chili oil, puerro confit y verdeo (ideal para una noche de frío como nos tocó). Las otras opciones son "El de la casa", "Un curry" y "Uno de otro lado" (kimchi ramen picante). Una bomba de intenso sabor.

Antes del ramen, probamos del rubro platitos los "Hongos" (mix de hongos, avellanas, reducción de hongos, gomasio blanco, zest de naranja y puré de coliflor ahumado), uno de los platos más pedidos por los clientes, según nos indicaron.

Dumpling de masa de espinaca. 

La otra opción, más del gusto de nuestra acompañante, fue "Kari, Kapitan", plato sin TACC con cabutia frita, tamarindo, gel de coco y limón, pasta rempah, echalotes y mix de hierbas.

Y finamente los dumplings, de masa tradicional y rellenos de cerdo, con ajo, jengibre, soja, chili oil y verdeo. Tienen otra versión con masa de espinaca, y también croquetas de papa (korokke) y pesca a la plancha con escamas de zucchini, puré de arvejas y wasabi.

Completan la carta dos postres muy creativos: el sorprendente "Sanbushito" es decir una tapa de cucurucho con helado de crema y caramelo inflado con baño de coco (ver la foto para entender), y también una mousse de chocolate diferente, con galleta de miso, caramelo, gel de café y whisky. 

Para beber, hay cerveza artesanal Bronson (una de ellas "Bushi & Bronson - Collab), kombucha; vermú Carpano; algunos tragos como gin & tonic piel; así como una reducida carta de vinos elegidos especialmente para este tipo de comida, incluyendo dos rarezas como el naranjo "Corazón Valiente" de Humahuaca, y Ovum Cabernet Franc, de la provincia de Córdoba.

Por lo demás, muy atento y eficaz el servicio, para darle forma a una propuesta que sobresale por su cocina asiática sui generis y una afiatada relación precio calidad que hace aún más atrayente a la experiencia.

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