Como carne todos los días y corrí 10 kilómetros a los 70 años

Esta nota es una de esas excepciones en las que en Fondo de Olla © uno escribe en primera persona. Y existen razones valederas. Se trata de una experiencia de índole privada, que tiene que ver con argumentos y resultados que están a la vista.

Ya sabemos que hay detractores de la carne vacuna, a la que consideran como perjudicial para la salud humana. Y en realidad es todo lo contrario. En la nota del link está explicado por un médico especialista que no deja lugar a dudas: sin carne vacuna no existe una alimentación saludable: https://www.fondodeolla.com/nota/16820-sin-carne-vacuna-no-existe-una-alimentacion-saludable/

Por otro lado, nos quieren hacer creer que hay un avance significativo de los que no consumen proteínas animales, algo que no tiene ciertamente asidero, menos aún en el país más carnívoro del mundo: https://www.fondodeolla.com/nota/17002-no-dar-por-el-pito-mas-de-lo-que-el-pito-vale/

Finalmente, tampoco hay argumentos científicos que demuestren que la ganadería tiene un impacto ambiental negativo:

https://www.fondodeolla.com/nota/17639-derribando-mitos-sobre-los-impactos-ambientales-de-la-ganaderia-vacuna/

LA CARNE EN EL DEPORTE

Hechas estas aclaraciones y habiendo recordado estas tres notas publicadas en nuestro sitio, pasamos a referirnos al papel de la carne vacuna en el deporte.

Yo como carne todos los días, o casi. El Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), con el aval del médico Jorge Tartaglione, recomienda consumir carne una vez al día, una porción mediana (del tamaño de la palma de la mano). A veces me excedo, claro.

Para paliar de alguna manera los efectos del consumo excesivo de alimentos en general, considerando además el hecho de que como afuera de casa al menos unas cinco veces a la semana, hace seis años decidí comenzar a entrenar en 70/30 Running Team, en principio para seguir comiendo (correr para comer).

Pero, con el avance del entrenamiento, me di cuenta de que una actividad que antes me parecía menor y hasta algo aburrida, me permitía hacer ejercicio de otra forma, porque mis rodillas de futbolista amateur habían sufrido estragos y ya no podía patear una pelota.

Tras caminar mucho y no correr, caminar bastante y correr un poquito más, llegó un momento en que me sentía con ganas de probar el running algo más seriamente y con las posibilidades que el cuerpo me permitía.

En 70/30 el entrenamiento es absolutamente personalizado, de manera que entreno como un tipo de 70 años y no se me exige (ni yo tampoco me lo impongo), para hacer mucho más de lo que puedo dar a esta altura de la vida. El cuerpo es el que te pone los límites y hay que hacerle caso.

Por otra parte, no he modificado mi dieta, que es carnívora mayoritariamente por puro gusto. Primero me tocó correr la Maratana con 3 kilómetros, luego fue la Carrera de las Estaciones en la modalidad de 5 kilómetros, pero la última vez, en la de Invierno, me di cuenta de que tenía resto para apuntar a algo más.

Ahí es que me fijé la meta de correr 10 kilómetros, lo cual demandaría un esfuerzo extra. Eso ocurrió ayer mismo, domingo 15 de septiembre, en Puerto Madero, corriendo entre los rascacielos del barrio más costoso de la ciudad, pero también por los depósitos portuarios, el lazareto de SENASA, el barrio Rodrigo Bueno y la Costanera Sur.

Misión cumplida. Y además con la remera y la gorra del IPCVA y Carne Argentina, en virtud de haber sido aceptado por el equipo de running del Instituto.

Hay argumentos sólidos que demuestran la importancia que tiene la ingesta de carne vacuna en quienes practicamos actividades físicas. El IPCVA y el médico Jorge Tartaglione, aseguran que la carne es una aliada natural del deporte.

La actividad física requiere una alimentación sana, natural y equilibrada. Y la carne vacuna posee proteínas de alta calidad que son necesarias para practicar deportes.

La función de esas proteínas en la actividad física es mejorar la composición corporal, la recuperación, reducir el riesgo de lesiones y reparar el daño inducido por el ejercicio en las fibras musculares.

Una alimentación equilibrada permite que las proteínas sean utilizadas para cumplir su principal función en los músculos. Se deben elegir proteínas de alta calidad, como las que se encuentran en la carne vacuna.

FUENTE DE PROTEÍNAS Y HIERRO PARA EL DEPORTE

Los deportistas tienen más requerimiento de nutrientes y mayores necesidades proteicas. Necesitan más vitaminas y minerales, como el hierro.

Un correcto aporte de energía y nutrientes, es fundamental para evitar lesiones y mejorar el rendimiento.

La carne vacuna, además de proporcionar proteínas de alto valor biológico, aporta vitaminas de grupo B, hierro, zinc y selenio, cuyas necesidades aumentan durante la actividad física.

Para los deportistas, es importante incorporar carne combinada con alimentos energéticos, como pastas, papas y legumbres, entre otros.

Por otra parte, la carne es un combustible de alta calidad para los músculos y posee aminoácidos esenciales que nuestro cuerpo no produce y necesitamos incorporarlos a través de la alimentación.

La carne vacuna tiene un alto valor proteico, superior a las proteínas de origen vegetal.

Y, finalmente, los aminoácidos de la carne favorecen la mantención y reparación de los tejidos. Además, son responsables de producir hormonas y enzimas que regulan el metabolismo y otras funciones del cuerpo.

Tengo 70 años y ayer corrí 10 kilómetros, mi dieta es carnívora mayoritariamente. No hay mucho más que agregar. Cada uno come lo que quiere y lo que puede. Pero una alimentación sana requiere la ingesta de carne en forma habitual y permanente.

AGRADECIMIENTOS

Gracias a 70/30 Running Team y a Guillermo Mezzadri, por entrenarme y sacar lo mejor de mí, que han logrado que alguien que no podía correr 10 metros el colectivo hoy pueda terminar una carrera de 10 kilómetros.

Gracias a Julián de Dios, el amigo que me llenó la cabeza y logró que comenzara a entrenar tres veces por semana (estoy esperando que vuelva). Y a Jorge Castillo por curarme la fascitis plantar y la tendinitis aquilea, que solo pude superar varios meses después de empezar a entrenar.

Gracias al Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina y Carne Argentina Running Team, a Luis Fontoira y a Eugenia Brusca, por aceptarme en el equipo de los carnívoros.

Gracias al Hotel SLS, de Puerto Madero, por alojarme en la noche previa a la carrera como si fuera un deportista profesional.

Gracias a Michel Rolland Grill & Wine, por el almuerzo post competencia, donde obviamente no faltó la carne. Y por supuesto tampoco el vino.

Por último, gracias a Marina que me dice que estoy mejor físicamente (no me lo creo tanto) y que me cambió el carácter (un poquito) y por bancarse madrugar y acompañarme cuando hay una carrera.

Ayer fui un día muy especial para mí. Cumplí un objetivo que, a los 70 años, no me parecía viable hace apenas unos meses. Viva la carne argentina, que ha contribuido a que pueda tener una vida sana. Seguiré disfrutando del mejor aroma superior al de cualquier perfume y del sabor del gran asado argentino.