Battelo te lleva a buen puertoViernes, 25 de octubre de 2024El lugar tiene su historia, ya que allí hace lejos y hace tiempo funcionó una sucursal de La Brigada, además de otros locales posteriores. El 7 de octubre pasado, en la icónica esquina de Demaría y Sinclair, Alejandro Cabilla (Cabi), debutó en el rubro gastronómico con Batello. Y una de sus mejores decisiones fue confirmar a Gabriel Di Biteto como chef, quien ya venía trabajando ahí mismo en el anterior restaurante. El nombre alude a la palabra italiana "battello", que significa barca, aunque en este caso se decidió sacarle una "l" para evitar una mala pronunciación. Precisamente, en la planta alta del local, hay una estructura de madera que nos remite a una nave. Pero lo más importante de Battelo es su formidable relación precio calidad, por lo cual lo recomendamos enfáticamente.
Battelo Restó - Dirección: Demaría 4709, Palermo. WhatsApp: + 54 911 5479 1723. Horarios: martes a viernes de 12:00 a 00:30; sábados de 10:00 a 00:30, y domingos de 10:00 a 20:30. Reservas: IG (@batteloresto
Nos cuenta Alejandro Cabilla (o Cabi para sus amigos) que su decisión de incursionar por primera vez en el rubro gastronómico, se debió no solo por lo que tiene que ver con la comida, sino porque le gusta socializar y es por eso que, como sucedió durante nuestra visita, lo vimos recorrer las mesas para conocer a sus clientes y escuchar sus comentarios sobre el restó.
La esquina, donde hace tiempo funcionó La Brigada, dio lugar a un moderno edificio en cuya planta baja y un entrepiso, está hoy Battelo Restó. Cambio de dueños, de nombre y de menú, ya que ahora el chef Gabriel Di Biteto tomó las riendas de la brigada (formaba parte del equipo de Benedetta), para sorprendernos con su propuesta que él mismo define como "Cocina Argentina de Inmigrantes" (los que bajaron de los barcos, sobre todo durante el Siglo XX).
Sin dudas que ésa es su base creativa, a partir de la cual hay todo un trabajo de creación y desarrollo. La fórmula resulta ideal, al menos para los platos chicos, es optar por el "family style" (todo en el medio de la mesa y para compartir, una forma de probar un poco de todo).
Gabriel quien se recibió en el Ott College; hizo stagiers en Mero Mero (Singapur), Dos Palillos (Barcelona) y acá trabajó entre otros con Martin Lukesh en Knock y en la cocina de producción de El Preferido y Don Julio (donde precisamente lo conocimos).
Más cerca en el tiempo, fue el jefe de cocina de Benedetta, en el mismo local donde ahora está Battelo, dirigiendo un equipo de 14 personas en 2 turnos.
La experiencia comenzó con una seguidilla de lo que en la carta figura como "Platos Chicos" (de Mar y de Campo). Entre los primeros se probó el "Matrimonio de mar en pan brioche", una muy original combinación de chistorra de langostinos, más la morcilla criolla de calamar, que sirven con criolla de hinojo, manzana verde, apio, cebolla y chimichurri rojo.
Y también está la "Centolla Fueguina", que el chef presenta en masa philo, con crema de espinacas y dressing de ají amarillo.
"Del Campo", se pobró el carpaccio de cucurbitáceas de pepino y melón escrito (dulcísimo), queso de cabra, togarashi, sésamo e higos; las croquetas de ossobuco con salsa romesco; espárragos con bagna cauda, ajo negro, pistachos y menta; y "Hummus del bien y del mal" (dos hummus de poroto negro y de garbanzos, plátano frito, sriracha y queso de cabra).
Sin olvidarnos del "Choclo playero", presentado con manteca de togarashi, mayonesa casera, ralladura de lima y naranja, cilantro y quinua crocante (será porque el chef es oriundo de la Costa Atlántica bonaerense).
En la carta de Battelo, los principales se llaman "Platos grandes". Hay también "De Mar" y "Del Campo", además de un capítulo de pastas. Los pescados son tres: a la plancha con crema de maíz y lima; del día con holandesa de naranja, y la "Pesca Battelo", blanca, vegetales de estación y salsa vasca. Un punto más fuerte aún es el pulpo español con chips de tubérculos crocantes, salsa romesco y dressing de ajo negro.
Por el lado "De la tierra", sobresale el ojo de bife de Angus, madurado milhojas de papa; pero también hay pollo baby con papines andinos; coliflor asado con crema de garbanzos, y milanesa de bife de chorizo con mayonesa de limón (adicional napolitana).
Las pastas artesanales son tres: tagliolini con straciatella y espárragos, caramel de trucha ahumada con quinua frita, y la vedette de la casa: sorrentino Nino Bergese, homenaje al chef italiano que inventó L'uovo in raviolo, aquí con relleno de ricota, espinaca, nuez, yema de huevo, manteca noisette y avellanas tostadas.
Finalmente, los postres son flan de dulce de leche; tarta de chocolate con helado fior di latte; tiramisú; pavlova diplomata de pomelo, y degustación de helados (de pistachos de San Juan, avellana y dulce leche; además de sorbete de frutilla e hibiscus o de durazno y ron dorado.
Después de probar todas estas preparaciones, si tuviéramos que identificar la cocina de Gabriel Di Biteto, nos encontraríamos con semejanzas a lugares como Casa Cavia y Julia, por ejemplo. Pero solo eso, hablamos de similitudes porque la de Battelo tiene estilo propio. Y una relación precio calidad sorprendente. Vayan, que no se van a arrepentir.
El lugar tiene su historia, ya que allí hace lejos y hace tiempo funcionó una sucursal de La Brigada, además de otros locales posteriores. El 7 de octubre pasado, en la icónica esquina de Demaría y Sinclair, Alejandro Cabilla (Cabi), debutó en el rubro gastronómico con Batello. Y una de sus mejores decisiones fue confirmar a Gabriel Di Biteto como chef, quien ya venía trabajando ahí mismo en el anterior restaurante. El nombre alude a la palabra italiana "battello", que significa barca, aunque en este caso se decidió sacarle una "l" para evitar una mala pronunciación. Precisamente, en la planta alta del local, hay una estructura de madera que nos remite a una nave. Pero lo más importante de Battelo es su formidable relación precio calidad, por lo cual lo recomendamos enfáticamente.
Battelo Restó - Dirección: Demaría 4709, Palermo. WhatsApp: + 54 911 5479 1723. Horarios: martes a viernes de 12:00 a 00:30; sábados de 10:00 a 00:30, y domingos de 10:00 a 20:30. Reservas: IG (@batteloresto
Nos cuenta Alejandro Cabilla (o Cabi para sus amigos) que su decisión de incursionar por primera vez en el rubro gastronómico, se debió no solo por lo que tiene que ver con la comida, sino porque le gusta socializar y es por eso que, como sucedió durante nuestra visita, lo vimos recorrer las mesas para conocer a sus clientes y escuchar sus comentarios sobre el restó.
La esquina, donde hace tiempo funcionó La Brigada, dio lugar a un moderno edificio en cuya planta baja y un entrepiso, está hoy Battelo Restó. Cambio de dueños, de nombre y de menú, ya que ahora el chef Gabriel Di Biteto tomó las riendas de la brigada (formaba parte del equipo de Benedetta), para sorprendernos con su propuesta que él mismo define como "Cocina Argentina de Inmigrantes" (los que bajaron de los barcos, sobre todo durante el Siglo XX).
Sin dudas que ésa es su base creativa, a partir de la cual hay todo un trabajo de creación y desarrollo. La fórmula resulta ideal, al menos para los platos chicos, es optar por el "family style" (todo en el medio de la mesa y para compartir, una forma de probar un poco de todo).
Gabriel quien se recibió en el Ott College; hizo stagiers en Mero Mero (Singapur), Dos Palillos (Barcelona) y acá trabajó entre otros con Martin Lukesh en Knock y en la cocina de producción de El Preferido y Don Julio (donde precisamente lo conocimos).
Más cerca en el tiempo, fue el jefe de cocina de Benedetta, en el mismo local donde ahora está Battelo, dirigiendo un equipo de 14 personas en 2 turnos.
La experiencia comenzó con una seguidilla de lo que en la carta figura como "Platos Chicos" (de Mar y de Campo). Entre los primeros se probó el "Matrimonio de mar en pan brioche", una muy original combinación de chistorra de langostinos, más la morcilla criolla de calamar, que sirven con criolla de hinojo, manzana verde, apio, cebolla y chimichurri rojo.
Y también está la "Centolla Fueguina", que el chef presenta en masa philo, con crema de espinacas y dressing de ají amarillo.
"Del Campo", se pobró el carpaccio de cucurbitáceas de pepino y melón escrito (dulcísimo), queso de cabra, togarashi, sésamo e higos; las croquetas de ossobuco con salsa romesco; espárragos con bagna cauda, ajo negro, pistachos y menta; y "Hummus del bien y del mal" (dos hummus de poroto negro y de garbanzos, plátano frito, sriracha y queso de cabra).
Sin olvidarnos del "Choclo playero", presentado con manteca de togarashi, mayonesa casera, ralladura de lima y naranja, cilantro y quinua crocante (será porque el chef es oriundo de la Costa Atlántica bonaerense).
En la carta de Battelo, los principales se llaman "Platos grandes". Hay también "De Mar" y "Del Campo", además de un capítulo de pastas. Los pescados son tres: a la plancha con crema de maíz y lima; del día con holandesa de naranja, y la "Pesca Battelo", blanca, vegetales de estación y salsa vasca. Un punto más fuerte aún es el pulpo español con chips de tubérculos crocantes, salsa romesco y dressing de ajo negro.
Por el lado "De la tierra", sobresale el ojo de bife de Angus, madurado milhojas de papa; pero también hay pollo baby con papines andinos; coliflor asado con crema de garbanzos, y milanesa de bife de chorizo con mayonesa de limón (adicional napolitana).
Las pastas artesanales son tres: tagliolini con straciatella y espárragos, caramel de trucha ahumada con quinua frita, y la vedette de la casa: sorrentino Nino Bergese, homenaje al chef italiano que inventó L'uovo in raviolo, aquí con relleno de ricota, espinaca, nuez, yema de huevo, manteca noisette y avellanas tostadas.
Finalmente, los postres son flan de dulce de leche; tarta de chocolate con helado fior di latte; tiramisú; pavlova diplomata de pomelo, y degustación de helados (de pistachos de San Juan, avellana y dulce leche; además de sorbete de frutilla e hibiscus o de durazno y ron dorado.
Después de probar todas estas preparaciones, si tuviéramos que identificar la cocina de Gabriel Di Biteto, nos encontraríamos con semejanzas a lugares como Casa Cavia y Julia, por ejemplo. Pero solo eso, hablamos de similitudes porque la de Battelo tiene estilo propio. Y una relación precio calidad sorprendente. Vayan, que no se van a arrepentir.