Para nosotros, Cruz Omakase las tiene todas a favor. Por su ubicación, a menos de 100 pasos de nuestra casa; la calidad y exclusividad de la propuesta (apenas 8 comensales); la vinoteca vecina que nos asegura una nutrida selección de vinos a precio accesible y, sobre todas las cosas, por su excelente relación costo-beneficio. Este tipo de propuesta, donde uno se siente frente a la barra y observa trabajar el itamae, se está popularizando en Buenos Aires y cada vez existen más opciones. Esta, sin dudas, pone la "Cruz" bien alta, por todo lo apuntado anteriormente.
Cruz Omakase - Dirección: Amenábar N° 1146, Colegiales (la vinoteca del mismo nombre funciona justo al lado). Horarios: martes a sábados de 20:00 a 00:00. Precio: $$$. IG: @cruzomakase - @cruzvinos - @frantessey
El año pasado, como habitués del barrio, nos llamó la atención la apertura de una pequeña vinoteca (boutique) ubicada en la calle Amenábar, entre Zabala y Céspedes. Parece Belgrano, pero es Colegiales, de este lado de las vías del Mitre. Más allá de las compras que uno puede realizar allí, se pueden degustar vinos in situ y también acompañarlos con una selección de quesos.
Éste fue el primer local de Cruz, que después de extendió al Barrio Chino. Cruz Vinos VíaViva cuenta con más de 15 opciones de vinos por copa en máquinas dispensadoras, tragos con vino (como el "Tinto de Verano".
Y, en cuanto a la comida, en este caso, están ofreciendo tablas de quesos y fiambres, además de sándwiches en ciabatta de pan de masa madre, con opciones de jamón crudo, lomito, salmón ahumado y vegetariano opciones.
Por su parte, Cruz Omakase VíaViva es una barra de 5 lugares con menú de 6 u 8 pasos. Tienen carta de take away con opciones de rolls, ceviche y combinados de sushi. Tienen un horario más amplio que el de Amenábar.
Para nosotros, la "frutilla del postre" es la cuarta y última locación de la marca: Cruz Omakase Amenábar junto a su primer local. Se trata de una barra de 8 lugares, donde sirven un menú de 12 pasos que cambia todos los meses, sumado a más de 12 opciones de vinos por copa que cambian periódicamente. Y también tres alternativas con handrolls.
Detrás del proyecto está Francisco Tessey, profesional con 20 años de experiencia en gastronomía habiendo pasado por el Hotel Four Seasons (Elena, Pony Line, Nuestro Secreto), Algodón Mansión y Sofitel Cardales dentro del mundo hotelero.
Y en cuanto al gastronómico, trabajó en Aldo's, Casa Cruz, Grupo Pop (Sushi Pop y La Causa Nikkei), Grupo Mezcla (Casa Cavia, La Panadería de Pablo, Orno Pizzería), La Mar y Oporto Almacén, entre otros. También como docente en Gato Dumas Colegio de Cocineros.
Laexperiencia omakase es muy rica para el comensal, ya que permite entablar un diálogo directo con el itamae, en este caso, Nicolás Morales, lo mismo que con Carlos Ortega, el encargado de la vinoteca y en la barra, también se hallaba Ricardo Gómez.
La propuesta consiste en un omakase de 12 pasos que comienza a las 20:00, con la opción de pedir tres alternativas de handrolls (de 4, 6 u 8 unidades respectivamente). Y si te quedaste con ganas, podés agregar unidades de pesca del día; trucha; calamar, vieira y langostinos; u hongos shiitake.
En nuestro caso, optamos por el omakase. No vamos aquí a spoilear en detalle cada uno de los pasos, porque el factor sorpresa le agrega interés a la propuesta. Pero, a modo de orientación y a grosso, modo se trata de lo siguiente:
1.Onigiri ("bola" de arroz relleno de furikake y soja de la casa). 2.Sashimi de pesca blanca. 3. Nigiris de trucha. 4.Tiradito de pesca blanca. 5. Gunkan de tartar de langostinos. 6. Sashimi de trucha. 7. Handrolls de vieiras flambeadas. 8.Nigiri de calamar con tartufo (un must del omakase). 9.Nigiri de langostinos. 10. Hako de trucha. 11. Tartar de pesca del día. 12. Tamago en nigiri (final dulce).
Todos estos pasos pueden acompañarse con un maridaje guiado o bien pedir alguna botella de la carta (no olvidar que la vinoteca está al lado y hay numerosas etiquetas).
Cabe destacar que la reserva es conveniente, dada la escasa cantidad de lugares disponibles en la barra. En caso de haber lugar, se puede acceder hasta el horario de cierre.
Más allá de cuestiones personales, como su ubicación cercana para nosotros, Cruz Omakase pone la vara bien alta, sobre todo por su extraordinaria relación precio calidad.
Horarios VíaViva: todos los días, de 12:00 a 00:00.
Horarios Amenábar: martes a sábados de 17:00 a 00:00 (el omakase a partir de las 20:00).
Takeshi Shimada es tan reconocido entre la colectividad japonesa, como en la infinidad de clientes a los que ha transmitido la cultura gastronómica japonesa desde su llegada al país en 1986. Y, sobre todo, en el Tokio Bistró que ahora está en manos de su esposa Mariko. Es un crack, un artista de la cocina y, por supuesto, un referente ineludible en lo suyo. Hoy Shimada brinda un omakase de 16 pasos en los altos de Haiku, el restaurante del polifacético Quique Yafuso, y al lado de Mixtape, el primer bar de estilo kissa en Buenos Aires.
Pasó una década desde la apertura de La Mar Cebichería; parece mentira porque justo en el medio hubo que soportar una pandemia devastadora. Cuando este concepto gastronómico de Gastón Acurio llegó a Buenos Aires, la apuesta era muy grande: ¿cómo tentar al público con un menú basado en la pesca, justo en un país que vive de espaldas al mar? Los riesgos eran grandes y había que buscar proveedores confiables, para no contentarse con dos o tres especies que eran las únicas que consumíamos con asiduidad. Y vaya si lo han logrado, hoy La Mar es mucho más que una cebichería, se ha instalado entre nosotros con una propuesta de excelencia basándose mayoritariamente en lo que nos ofrece nuestro litoral marítimo.
Aramburu Restó nació allá por el año 2018 en una zona aislada de los polos gastronómicos, con una propuesta con escasos o nulos antecedentes en nuestro medio. En todo este tiempo, el restaurante ha evolucionado hasta llevar la haut cuisine a su máxima expresión. Es un lugar donde todo está en donde debe estar: ambiente, servicio, producto, creatividad, consistencia en el tiempo, todo esto más valorable aun por ser el nuestro un país caótico donde la economía te tiende una trampa a cada paso. Para el comensal, el placer de los sentidos se potencia con cada paso, hasta llegar al final, que nos deja con el lamento de que la experiencia no haya durado más tiempo.
