Este nuevo local, con una rica historia que se remonta a la década de 1950, revive los valores tradicionales a través de su gastronomía. Con preparaciones caseras y de elaboración diaria, Sole di Parma propone panes, sándwiches, focaccia al corte, pastelería y postres.
Sole di Parma es un testimonio de la herencia italiana en la Zona Norte, adonde llegaron inmigrantes de distintas regiones, entre ellas la tierra de la que llegó el abuelo del autor de esta nota. En este rincón de Tigre, los sabores típicos de la península se funden con la calidez de una memoria que ha perdurado a lo largo de los años, ofreciendo a sus visitantes una experiencia emotiva.
Este local de pasticceria y focacceria fue fundado por Martín Gianella y su esposa María Cancello, quien decidieron honrar la historia familiar que comenzó en la década de 1950, cuando el nonnoSergio y la nonna Violanta, llegaron desde Parma.
En esos años, ambos inauguraron el primer negocio, consolidándose como un punto de encuentro para la comunidad local gracias a la calidez de su trato y a los productos que ofrecían. Hoy, siete décadas más tarde, Sole di Parma mantiene vivo ese legado, combinando la tradición artesanal de la pastelería y panificación italianas con los valores y el espíritu emprendedor que lo caracterizaron.
Además de su oferta culinaria, el local está ubicado en la antigua casa de los abuelos, construida durante 11 años por el mismo Don Sergio, que se ha adaptado para este nuevo proyecto. Por tanto, su atmósfera es acogedora, reconfortante y se complementa con el trato amable de su personal. El salón, con cocina a la vista y cómodo mobiliario, brinda el escenario ideal para disfrutar de un grato momento en compañía de familia y amigos.
Y, para los días lindos y soleados, las mesas en la vereda están preparadas para recibir a los comensales y disfrutar de la propuesta casera que ofrece la casa.
En la sección de pasticceria se recomiendan los maritozzi, una factura típica de Roma; o la spritz, una torta húmeda con relleno de naranja, limón y Aperol. Otro postre recomendado es la torta spumoni, originaria de Nápoles, que combina pistacho, chocolate y cerezas o frambuesas.
Una de las favoritas es la ciambella, una preparación especial para María, ya que era distintiva de la cocina de su nonna Violanta. En Sole di Parma se puede disfrutar de su textura húmeda, muy similar a la de un budín, que se destaca por su combinación de queso crema, aceite, limón y arándanos.
Uno de los puntos fuertes del lugar es la sección de focacceria, totalmente artesanal, que ofrece combinaciones con acompañamientos originales. Elaboradas cada día, llevan masa madre y una fermentación de 24 horas, lo que les proporciona una textura crocante por fuera y suave por dentro.
En el mostrador, se exhibe la variedad disponible y se venden "al corte". Se pueden solicitar simples o con alguna de sus coberturas, como la de pomodoro, mozzarella y pesto de albahaca; la de pera confitada con queso azul, nueces y sirope; o con verduras asadas y mozzarella.
Otra excelente alternativa es probar su sección de sándwiches, y uno que merece especial mención es el de pastrami. Fatto in casa, el pastrami se hace a partir de tapa de asado, sometida a un proceso de varios días de marinado en salmuera muy condimentada, y luego es cocinada por 24 horas en sous vide.
Otras opciones que se pueden pedir a cualquier hora del día son los antipasti, entre los que sobresalen los arancini sicilianos, las famosas croquetas de arroz con azafrán rellenas de mozzarella, pomodoro y pesto. Y también están los involtini de berenjenas asadas rellenos de ricota con ralladura de limón, pesto de rúcula, kale y castañas, o su degustación de conservas caseras con focaccia.
Para los amantes del desayuno tardío, aquí se lo puede disfrutar armándolo a gusto, ya sea individual o para compartir. Entre las preparaciones que se pueden elegir están las tostadas con queso crema y mermelada; el chía pudding con granola y frutas de estación; la tostada francesa con frutas; medialuna con jamón y queso; croissant con jamón y queso; tostada con huevos revueltos, palta y queso crema, y el fosforito relleno (un cuadradito con láminas de hojaldre).
Por supuesto, la propuesta no estaría completa sin una sección dedicada a la cafetería y las bebidas frías. Hay café colombiano en diversos formatos como ristretto, cortado, café con leche y capuccino.
Además, hay postres como el affogato, una bocha de helado con espresso; el coffee tonic y el iced latte. Para brindar, la sección de bebidas con alcohol incluye cerveza, copas de vino tinto o blanco, el tradicional Aperol Spritz y uno de los recomendados: el vermut tinto o rosado artesanal, que llega a la mesa con soda, para preparar a gusto.
Sole di Parma. Dirección: Madero 537, Tigre. Horarios: martes a domingos, desde las 08:30 hasta las 20:00. IG: @solediparma
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