Cafés Notables de Buenos Aires: ¿Patrimonio de la Humanidad?Martes, 11 de marzo de 2014En París, el Ministerio de Cultura de la Ciudad presentó el pedido de declaración de Patrimonio de la Humanidad, para los Cafés Notables de Buenos Aires. Y se anunció que reabrirán la London y Los 36 Billares.
Cuando algo se hace bien, no importa de qué signo político provenga. Más allá de las diferencias ideológicas que podamos tener con el gobierno de Macri, está claro que muchas cosas se realizan adecuadamente en el ámbito de la cultura. Así como en su momento criticamos en FDO el entretejido que hizo Hernán Lombardi con una excesivamente numerosa delegación al encuentro “Montreal on Lumiere” el año pasado, ahora debemos reconocer que la presentación ante la UNESCO para declarar a los Cafés Notables como “Patrimonio de la Humanidad”, ha sido todo un acierto. La presentación se hizo bajo el rótulo de “Hábito cultural alrededor de tomar café en Buenos Aires”. Bien, parece que si debiéramos atenernos al título, podríamos decir que empezamos mal. “Tomar” es una forma que tenemos los argentinos para reemplazar el verbo “beber”, de manera que ahí existe un error que podría subsanarse cuando se haga la nueva presentación a fines de marzo, con los ajustes que pedirán los 28 miembros del Secretaría de la Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Material y Cultural” (de la UNESCO). En noviembre, este organismo deberá expedirse a través de un Proyecto de Decisión, en el que puede aceptar, rechazar o declarar insuficientes los argumentos esgrimidos en la presentación.
Curiosa contradicción, en el país donde peor lo sirven, beberlo en un bar representa una ceremonia que sólo es posible en los Cafés Notables de Buenos Aires.
Si bien el gobierno porteño no prevé ayudar económicamente a los bares, por medio de la exención de impuestos, por ejemplo, sí habría una decisión de instalar bibliotecas y programar actividades artísticas en ellos. Así es como según Lombardi, ya se han reunido varias veces con los nuevos propietarios de los cafés London y Los 36 Billares, que cerraron sus puertas el año pasado. Ambos lugares mantendrán sus estructuras originales, remodeladas, pero tendrán “nuevos espacios de atracción”. Estos dos cafés se habían sumado al último gran cierre, el de la Confitería Richmond de la calle Florida. De prosperar la iniciativa, los Cafés Notables integrarán el listado de sitios que forman parte del “Patrimonio Intangible de la Humanidad”, tal como lo es el Tango. En el país donde peor se prepara el café, curiosamente los “cafés” (en cuanto a lugares físicos se refiere) son toda una institución.
En París, el Ministerio de Cultura de la Ciudad presentó el pedido de declaración de Patrimonio de la Humanidad, para los Cafés Notables de Buenos Aires. Y se anunció que reabrirán la London y Los 36 Billares.
Cuando algo se hace bien, no importa de qué signo político provenga. Más allá de las diferencias ideológicas que podamos tener con el gobierno de Macri, está claro que muchas cosas se realizan adecuadamente en el ámbito de la cultura. Así como en su momento criticamos en FDO el entretejido que hizo Hernán Lombardi con una excesivamente numerosa delegación al encuentro “Montreal on Lumiere” el año pasado, ahora debemos reconocer que la presentación ante la UNESCO para declarar a los Cafés Notables como “Patrimonio de la Humanidad”, ha sido todo un acierto. La presentación se hizo bajo el rótulo de “Hábito cultural alrededor de tomar café en Buenos Aires”. Bien, parece que si debiéramos atenernos al título, podríamos decir que empezamos mal. “Tomar” es una forma que tenemos los argentinos para reemplazar el verbo “beber”, de manera que ahí existe un error que podría subsanarse cuando se haga la nueva presentación a fines de marzo, con los ajustes que pedirán los 28 miembros del Secretaría de la Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Material y Cultural” (de la UNESCO). En noviembre, este organismo deberá expedirse a través de un Proyecto de Decisión, en el que puede aceptar, rechazar o declarar insuficientes los argumentos esgrimidos en la presentación.
Curiosa contradicción, en el país donde peor lo sirven, beberlo en un bar representa una ceremonia que sólo es posible en los Cafés Notables de Buenos Aires.
Si bien el gobierno porteño no prevé ayudar económicamente a los bares, por medio de la exención de impuestos, por ejemplo, sí habría una decisión de instalar bibliotecas y programar actividades artísticas en ellos. Así es como según Lombardi, ya se han reunido varias veces con los nuevos propietarios de los cafés London y Los 36 Billares, que cerraron sus puertas el año pasado. Ambos lugares mantendrán sus estructuras originales, remodeladas, pero tendrán “nuevos espacios de atracción”. Estos dos cafés se habían sumado al último gran cierre, el de la Confitería Richmond de la calle Florida. De prosperar la iniciativa, los Cafés Notables integrarán el listado de sitios que forman parte del “Patrimonio Intangible de la Humanidad”, tal como lo es el Tango. En el país donde peor se prepara el café, curiosamente los “cafés” (en cuanto a lugares físicos se refiere) son toda una institución.