“Bajas calorías y baja calidad de la información” es el título de la nota escrita por nuestro amigo el “Guerrillero Culinario”. Recomendamos primero abrir el link que acompaña esta nota y luego reflexionemos juntos sobre el tema de los pescados y los mariscos.
Alguna vez nuestro amigo chef sui generis Alejandro Digilio, de quien hemos elogiado sistemáticamente su “La Vinería de Gualterio Bolívar”, se autocalificó como un “anarco terrorista gastronómico”. Nosotros en Fondo de Olla nos sentimos identificados con esa apreciación. Y por ende, también debe sentirlo así el “Guerrillero Culinario”. Por eso avalamos, y nos hacemos eco de la nota en cuestión. Si bien él hace referencia a la increíble disociación entre sushi y hamburguesa expresada por una nutricionista en el sitio Cukmi, respecto a cuál de estos alimentos contiene más calorías y cuál es más sano, tangencialmente se menciona el tema de los pescados. En un país que tiene un litoral marítimo de 6.816 kilómetros (según datos del Conicet), aún vivimos de espaldas al mar. Y por desgracia, los pescados y mariscos tienen sus detractores “desinformados” que desinforman cuando se trata de periodistas. Es así que el argentino promedio se manduca 60 kilos ó más por año de carne vacuna, mientras apenas ingiere unos 7 u 8 kilos de pescados y frutos de mar. Y justo en el país de la merluza común y negra, del calamar, de la centolla, los langostinos y el pejerrey.
Para mí, los enemigos de estos magníficos alimentos no merecen ni la menor consideración. Pretenden justificar su aversión a los pescados y mariscos en una supuesta condición intrínseca que perjudicaría la salud humana. Y poner como ejemplo la intoxicación en Noma, el supuesto mejor Restaurante del Mundo para la nefasta Guía S. Pellegrino, es como decir que no hay que comer un bife de chorizo porque las hamburguesas crudelis le provocaron Escherichia colli a niños que acudieron al Mac’s de Mr. Ronald. Por qué no mejor hablar de inadecuada manipulación de alimentos. Los detractores de los frutos de mar se parecen a los talibanes vegetarianos. No aceptan otra forma de pensar que la propia. En todo caso, dejen que comamos asado y pescados sin culpas, si ustedes quieren comer piedras adelante, pero no rompan más. No me preocupa la matanza de animales para alimentarnos, o de lo contrario en la naturaleza los animales no se matarían unos a otros para sobrevivir. Nos gusta tanto un bife chorizo como un pescado a la plancha, un cordero al asador como un sushi. Un chivito malargüino, cómo no.
Y respondiendo al colega que menciona el Guerrillero Culinario en su nota, yo sí conozco a gente que se intoxicó con carne vacuna, cordero, chivito, pollo y hasta verduras mal lavadas. La carne picada es una bomba de tiempo por la Escherichia coli, de manera que dejen que comamos pescados, que son muy sanos, se digieren rápido y lo más importantes, son riquísimos.
