El momento de la propinaJueves, 3 de septiembre de 2015Hay que reconocer que los argentinos somos tacaños a la hora de dejarle un mango al pobre mozo.
Es cierto que muchas veces el servicio deja bastante que desear, sobre todo en restaurantes cool en los que los chicos/chicas que atienden creen que están de paso y piensan que están haciéndote un favor.
Sin embargo, muchas veces somos jodidos con quienes nos dan un servicio excelente y usamos eufemismos para no dejarles el 10 % de rigor que, a mi entender, debería ser la media. El tema es tan jorobado que una serie y una película sobre la mafia lo tratan con mucha dedicación.
En Los Soprano durante una comida le tocaba pagar a Cristhofer Moltisanty pero como le venían haciendo pagar el derecho de piso, se queda sin plata y deja pocos dólares para el mozo. En medio de una discusión cuando se están retirando aparece el mozo, bastante encabronado, y los increpa sobre el servicio porque le dejaron dos mangos. Pobre, no supo medir las consecuencias...
La otra escena célebre está en Perros de la Calle de Tarantino. El video o la anécdota fue descripta en varias notas sobre la propina, así que nosotros también la mencionamos.
No podemos dejar de mostrar este momento con Mr. Pink a la cabeza. (El video contiene algunos términos soeces. No apto para personas de probada moral y buenas costumbres).
En Fondo de Olla y medios asociados armamos una encuesta on-line, que a esta altura del partido es contundente, superando el universo de las 1.300 consultas: la tacañería argentina es evidente y se basa en excusas a la hora de darle unos mangos a los laburantes gastronómicos. Apenas el 23,4 % tiene en claro y no duda en que debe dejar un 10 % por ciento de la cuenta. Casi el 50 % dice que paga la propina dependiendo del servicio. El 13,4 % asegura que el mozo tiene sueldo, como si no supiera que gran parte de lo que ganan viene de las propinas. Me saco el sombrero por ese casi 6 % que deja más del 10.
Si vemos el ejemplo de otros países, tenemos que decir que en el Reino Unido llegan a dejar hasta un 15 % de la cuenta, en Estados Unidos el asunto llega hasta el 20 % (y es obligatorio; podés terminar en cana si no la pagás), mientras que en Francia o Alemania viene incluido en el ticket. En Oceanía el asunto es parecido al nuestro: es a discreción del cliente. En China o Japón, la propina no existe: se pueden llegar a ofender porque es una falta de respeto hacia el servicio. Más cerca: en Brasil viene en la cuenta y en Chile está sugerido en la boleta: de hecho cuando el mozo viene con el Posnet a tu mesa, si le das el OK, te lo incluye en la tarjeta.
Es hora de reflexionar sobre el tema. Después no nos quejemos si nos atienden como el tujes cuando volvemos a un lugar en el que la primera vez nos atendieron de maravillas. Es cierto que muchas veces nos acobardamos por el precio del cubierto. Pero los mozos no tienen la culpa y no se olvidan de tu cara, sobre todo si sos tacaño.
Gráfico: Fondo de Olla / Imagen: Flickr CC - Diego3336
Hay que reconocer que los argentinos somos tacaños a la hora de dejarle un mango al pobre mozo.
Es cierto que muchas veces el servicio deja bastante que desear, sobre todo en restaurantes cool en los que los chicos/chicas que atienden creen que están de paso y piensan que están haciéndote un favor.
Sin embargo, muchas veces somos jodidos con quienes nos dan un servicio excelente y usamos eufemismos para no dejarles el 10 % de rigor que, a mi entender, debería ser la media. El tema es tan jorobado que una serie y una película sobre la mafia lo tratan con mucha dedicación.
En Los Soprano durante una comida le tocaba pagar a Cristhofer Moltisanty pero como le venían haciendo pagar el derecho de piso, se queda sin plata y deja pocos dólares para el mozo. En medio de una discusión cuando se están retirando aparece el mozo, bastante encabronado, y los increpa sobre el servicio porque le dejaron dos mangos. Pobre, no supo medir las consecuencias...
La otra escena célebre está en Perros de la Calle de Tarantino. El video o la anécdota fue descripta en varias notas sobre la propina, así que nosotros también la mencionamos.
No podemos dejar de mostrar este momento con Mr. Pink a la cabeza. (El video contiene algunos términos soeces. No apto para personas de probada moral y buenas costumbres).
En Fondo de Olla y medios asociados armamos una encuesta on-line, que a esta altura del partido es contundente, superando el universo de las 1.300 consultas: la tacañería argentina es evidente y se basa en excusas a la hora de darle unos mangos a los laburantes gastronómicos. Apenas el 23,4 % tiene en claro y no duda en que debe dejar un 10 % por ciento de la cuenta. Casi el 50 % dice que paga la propina dependiendo del servicio. El 13,4 % asegura que el mozo tiene sueldo, como si no supiera que gran parte de lo que ganan viene de las propinas. Me saco el sombrero por ese casi 6 % que deja más del 10.
Es hora de reflexionar sobre el tema. Después no nos quejemos si nos atienden como el tujes cuando volvemos a un lugar en el que la primera vez nos atendieron de maravillas. Es cierto que muchas veces nos acobardamos por el precio del cubierto. Pero los mozos no tienen la culpa y no se olvidan de tu cara, sobre todo si sos tacaño.
Gráfico: Fondo de Olla / Imagen: Flickr CC - Diego3336