El Pez Amigo nada en LimaViernes, 28 de agosto de 2015El Pez Amigo - Av. La Paz 1640 Miraflores, Lima - Abierto solo al mediodía. Principales tarjetas.
Pez amistoso si los hay, este restaurante de Luis Carpio Tirado (el tío de Ricardo, del Pisco Bar) es uno de los lugares en los que podés comer de primera por pocos soles.
Pleno centro de Miraflores, a la vuelta de Central, el top limeño de Virgilio Martínez. El Pez Amigo es lo que en porteño diríamos “bodegón”. Obviamente que llegamos por recomendación del amigo Ricardo Carpio, capo del Pisco Bar. Luis, el dueño de casa, es su tío con quien trabajó un tiempo antes de decidirse a abrir el templo de la bebida emblemática del Perú en la otra punta de Miraflores.
Si tuviéramos que compararlo con otro lugar donde hayamos comido en Lima, diríamos que se acerca bastante a Canta Rana, en Barranco. Por relación precio calidad se le acerca bastante, realmente. No así con La Picantería, que pese a que nos pareció un sitio pintoresco, tiene precios elevados para su nivel (te hacen comer sobre un “mantel de papel” en mesas populares), y más aún desde que insólitamente apareció en la lista de los mejores 50 de América latina (otro desatino más y van…).
Pero volvamos a lo nuestro. Luis Carpio Tirado está sentado en una mesa lateral, picando algo y mirando a su alrededor, como lo hace desde hace 20 años todos los mediodías. El Pez Amigo no abre de noche, aun cuando sabe que mucho público lo acompañaría también a la hora de cenar. Cuando le decimos que su sobrino Ricardo nos recomendó el lugar, sonríe y nos agasaja con un pulpo al olivo, especialidad de la casa.
A esta altura, ya nos habíamos decidido por un Chilcano de Pisco con Canada Dry, “un punto de jugo de naranja y mucho hielo”. Hasta último momento, dudados en pedir el “Capitán”, hecho con Pisco acholado, vermut y una cereza, que quedaría para la segunda vuelta.
La casa invita a armar el propio “Piqueo”, eligiendo cinco entradas de la carta sin repetir ninguna. Sin embargo, también tentaban dos recomendaciones del chef, el cocktail de erizo, almeja y pulpo (increíbles 30 soles, o sea 10 dólares), o el popurrí de mariscos. Optamos por este último, junto a las causas de cangrejo, el tiradito a la Chalaca y las conchas a la Parmesana. Lástima que por veda no pudimos probar el ceviche mixto especial con conchas negras.
Otras recomendaciones del chef tienen que ver con el seco o asado de paiche, y el guiso de garbanzos con paiche. El paiche es el pez de río más grande del mundo, parece un dorado enorme. Imposible sustraerse también a probar el selladito de atún rojo. Las causas y el pulpo tienen sus capítulos propios. También hay sopas (chupe de camarones o de corvina); aguadito de pescado o de mariscos; parihuela especial con cangrejo).
Si bien hay otras opciones, los frutos del mar son verdaderos protagonistas de El Pez Amigo, que deleita los paladares limeños desde hace dos décadas.
Y los platos de fondo, como un tentador arroz verde con conchas abanico; o la corvina de pinta en salsa de cangrejo al gratín; cau cau de camarones; chaufa de corvina; medallón de atún a la pimienta con langostinos y alcachofas. Hay además pastas, como los spaghetti “a lo macho”.
Para el final, que en el Perú siempre es muy dulce, demasiado, pedir las “delicias de lúcuma y chirimoya”, más llevadero para paladares no tan golosos. Aunque la carta promete también “la mejor torta tres leches de la ciudad”.
Para acompañar hay siete variedades de cerveza, algunos vinos blancos (Araucano Sauvignon Blanc, por ejemplo) y por qué no, los tragos de la casa que son ideales para toda la comida. Un café espresso vale 5 soles (1,60 dólar, mucho más barato que en cualquier boliche porteño).
No terminar la panzada de pescados y mariscos con un bajativo pisco puro, como el Cholo Matías Quebranta que probamos en el bar de Ricardo Carpio, sería un sacrilegio. Y un último dato: dice Don Luis que el escabeche de corvina “es lo más”. Habrá que esperar la próxima visita para probarlo.
Pez amistoso si los hay, este restaurante de Luis Carpio Tirado (el tío de Ricardo, del Pisco Bar) es uno de los lugares en los que podés comer de primera por pocos soles.
Pleno centro de Miraflores, a la vuelta de Central, el top limeño de Virgilio Martínez. El Pez Amigo es lo que en porteño diríamos “bodegón”. Obviamente que llegamos por recomendación del amigo Ricardo Carpio, capo del Pisco Bar. Luis, el dueño de casa, es su tío con quien trabajó un tiempo antes de decidirse a abrir el templo de la bebida emblemática del Perú en la otra punta de Miraflores.
Si tuviéramos que compararlo con otro lugar donde hayamos comido en Lima, diríamos que se acerca bastante a Canta Rana, en Barranco. Por relación precio calidad se le acerca bastante, realmente. No así con La Picantería, que pese a que nos pareció un sitio pintoresco, tiene precios elevados para su nivel (te hacen comer sobre un “mantel de papel” en mesas populares), y más aún desde que insólitamente apareció en la lista de los mejores 50 de América latina (otro desatino más y van…).
Pero volvamos a lo nuestro. Luis Carpio Tirado está sentado en una mesa lateral, picando algo y mirando a su alrededor, como lo hace desde hace 20 años todos los mediodías. El Pez Amigo no abre de noche, aun cuando sabe que mucho público lo acompañaría también a la hora de cenar. Cuando le decimos que su sobrino Ricardo nos recomendó el lugar, sonríe y nos agasaja con un pulpo al olivo, especialidad de la casa.
A esta altura, ya nos habíamos decidido por un Chilcano de Pisco con Canada Dry, “un punto de jugo de naranja y mucho hielo”. Hasta último momento, dudados en pedir el “Capitán”, hecho con Pisco acholado, vermut y una cereza, que quedaría para la segunda vuelta.
La casa invita a armar el propio “Piqueo”, eligiendo cinco entradas de la carta sin repetir ninguna. Sin embargo, también tentaban dos recomendaciones del chef, el cocktail de erizo, almeja y pulpo (increíbles 30 soles, o sea 10 dólares), o el popurrí de mariscos. Optamos por este último, junto a las causas de cangrejo, el tiradito a la Chalaca y las conchas a la Parmesana. Lástima que por veda no pudimos probar el ceviche mixto especial con conchas negras.
Otras recomendaciones del chef tienen que ver con el seco o asado de paiche, y el guiso de garbanzos con paiche. El paiche es el pez de río más grande del mundo, parece un dorado enorme. Imposible sustraerse también a probar el selladito de atún rojo. Las causas y el pulpo tienen sus capítulos propios. También hay sopas (chupe de camarones o de corvina); aguadito de pescado o de mariscos; parihuela especial con cangrejo).
Si bien hay otras opciones, los frutos del mar son verdaderos protagonistas de El Pez Amigo, que deleita los paladares limeños desde hace dos décadas.
Y los platos de fondo, como un tentador arroz verde con conchas abanico; o la corvina de pinta en salsa de cangrejo al gratín; cau cau de camarones; chaufa de corvina; medallón de atún a la pimienta con langostinos y alcachofas. Hay además pastas, como los spaghetti “a lo macho”.
Para el final, que en el Perú siempre es muy dulce, demasiado, pedir las “delicias de lúcuma y chirimoya”, más llevadero para paladares no tan golosos. Aunque la carta promete también “la mejor torta tres leches de la ciudad”.
Para acompañar hay siete variedades de cerveza, algunos vinos blancos (Araucano Sauvignon Blanc, por ejemplo) y por qué no, los tragos de la casa que son ideales para toda la comida. Un café espresso vale 5 soles (1,60 dólar, mucho más barato que en cualquier boliche porteño).
No terminar la panzada de pescados y mariscos con un bajativo pisco puro, como el Cholo Matías Quebranta que probamos en el bar de Ricardo Carpio, sería un sacrilegio. Y un último dato: dice Don Luis que el escabeche de corvina “es lo más”. Habrá que esperar la próxima visita para probarlo.