Laurak-Bat es el “hogar de los vascos” en Buenos Aires desde 1877. Por ende, se trata del centro más antiguo de esa colectividad en el mundo entero. El local de la Avenida Belgrano debió ser reformado por el ensanche de esa calle, con lo cual el restaurante quedó ubicado donde antes se encontraba el patio. Allí, protegido por vidrios y con los escudos de las cuatro regiones vascas, se observa ese roble que tiene una rica historia detrás.
En 1936, en plena Guerra Civil, los franquistas bombardearon Guernica y lo único que quedó en pie fue ese árbol en la plaza central del pueblo. Un retoño de ese roble, precisamente, se plantó en Buenos Aires y hoy es el emblema de la casa. Laurak-Bat significa “cuatro en uno” en idioma euzkera, y alude a las cuatro regiones del País Vasco: Alava, Vizcaya, Guipúzcoa y Navarra, aunque en realidad sería Zazpiak Bat (“siete en uno”) si se agregan las tres regiones vasco francesas.
Siendo tan apasionados por la gastronomía (en realidad diríamos expertos en comer mucho y bien), el restaurante de este centro vasco ofrece una amplia carta de especialidades tradicionales, y otras más genéricas del resto de la península ibérica. La concesión está a cargo de Emiliano Roldán y Mariana Liciaga (ambos ex Restaurante Vasco Francés), quienes convocaron a Myriam Lazarte, una tucumana de 34 años portadora de un histórico apellido de la cocina vasca en Buenos Aires. Durante un año, Myriam trabajó con Blanca y Martha Lazarte en el Centro Vasco Francés, y después en el Restaurante del Centro Asturiano, con Lidia y Hugo Lazarte.
No faltan entre las opciones el jamón crudo y el pulpo entre las entradas; tampoco los pimientos de piquillo rellenos de abadejo o salmón, o de merluza y gambas; la clásica tortilla vasca y las kokotxas con salsa verde. Hay raxo con papas fritas, arroz Laurak-Bat con jamón crudo, gambas y hongos; callos a la vizcaína, besugo a la vasca con papa natural, pescados a la plancha con salsa verde o santurzana, abadejo al pil pil, y también otros platos no tan regionales pero sí muy ricos. Las porciones son grandes, de manera que compartir no resulta un pecado. Para el final, nada mejor que el pastel vasco, con helado.
Si no tenés ganas de salir a la calle de inmediato, detenete unos minutos en la cancha de pelota a paleta, deporte tradicional de esta noble colectividad que echó raíces en la Argentina escapando de la infame dictadura franquista.
Laurak-Bat - Av. Belgrano 1144 - Tel.: 4381-0682 -Lunes a sábados mediodía y noche. Principales tarjetas.
Un restaurante de campo como los hay a montones en Italia. Peumayén, cuyos dueños son descendientes de alemanes del Volga, ofrece una cocina auténtica en la que se entremezclan platos autóctonos y de inmigrantes.
