Marzo fue el mes de nuestro segundo encuentro del año y nos encontró en las mesas del restaurant de cocina española Tancat, cena organizada por el amigo Roberto Gallina, al que desde acá le mandamos nuestras felicitaciones por la nueva integrante de su familia: Felicitas
Parece que en catalán, tancat quiere decir “cerrado”, pero esta vez el amigo Jorge Cavaliere abrió las puertas de su restaurante de Acassuso, para darles de comer a los 25 miembros concurrentes. La Cofradía actuó solidariamente y por ende, los que manejan porque beben menos, hicieron espacio en sus autos para acercar a los que estaban más lejos o directamente “en copas” (por otra parte, no todos tenemos la diabetes suficiente como para comprar y mantener un coche). El viaje valió la pena y con creces, ya que tanto la “degustación”, la calidez del lugar y la buena atención nos hicieron sentir como en casa.
El abundante menú de la noche comenzó con un simple pero clásico pa amb tomaquet pan frotado con ajo más tomate y jamón (también conocido como “pantumaca”), luego llegaron los champiñones a la plancha, las gambas al ajillo, los tacos de bonito sobre colchón de cebolla morada, un fresco gazpacho, un cochinillo servido a temperatura ambiente con un corteza crocante que estallaba en la boca cubriéndola de una sutil grasa fundente deliciosa, y por último un clásico de los clásicos: tortilla española con chorizo colorado servida con el único punto de cocción en el que debe ser servida ¡bien jugosa!, simplemente exquisita (“babé”).
Con las siete entradas ya devoradas, se dio paso al desfile de los platos principales, empezando con una crepe de centolla y salsa de frutos de mar, siguiendo con el que para mi gusto fue el plato más delicioso de la noche: “El secreto de los pescadores”. Para que se den una idea, el plato consta de dos filetes de pescado, apanados, fritos y armados como si fuera un pastel, con un relleno de puerros, jamón crudo, champiñones y almendras sobre salsa de tomates, una delicia de texturas y sabores.
Ya con el segundo principal de porción generosa empezamos a sentirnos satisfechos aunque todavía estaba la firme promesa de dos platos más: chipirones rellenos en su tinta y arroz blanco, un plato que merecía un poco de espacio en nuestros estómagos. Y por último el risotto de pulpo y morrones, que nada tuvo que envidiar a sus antecesores.
Para el postre todavía quedaba un poco de espacio entre tanta comida y los infaltables vinos de todos los colores y cepas. Prevaleció la crema catalana, para felicidad de nuestro compañero Robert Mur.
Fue una noche impecable no sólo por la cantidad sino tambien por la calidad, en la que todos los cófrades estuvimos de acuerdo en que fue una de las mejores cenas históricas de la Cofradía. Se extrañaron un par de caras, en verdad, pero esta vez sumó Lucas Avalos (bartender de Tô Restaurant), quien prometió agasajarnos con sus cocktails en la próxima cena en el Casal de Catalunya, un lugar donde jugamos somos locales.
El artífice fue Roberto Gallina y tal fue el éxito que muchos van a pedirle las riendas para que convoque nuevamente en el corto plazo.
Marzo fue el mes de nuestro segundo encuentro del año y nos encontró en las mesas del restaurant de cocina española Tancat, cena organizada por el amigo Roberto Gallina, al que desde acá le mandamos nuestras felicitaciones por la nueva integrante de su familia: Felicitas
