Nicasia, la madre de AngélicaViernes, 2 de noviembre de 2012En la jerga del vino, Angélica es Zapata por más que uno mencione el nombre y no el apellido. Ahora, tras Domingo Vicente (D. V. Catena), llegó Nicasia (Quiroga), una nueva línea de blends de la bodega que lidera Nicolás, el nieto de Nicasia e hijo de Domingo Vicente y de Angélica.
Una cuestión de familia que no es muy difícil de entender. Nicolás Catena Zapata ha rendido homenaje a su madre Angélica y a su padre Domingo Vicente, y ahora lo hace también con su abuela Nicasia Quiroga. La “famiglia unita”, a través de las etiquetas de una de las bodegas más reconocidas del país y en el mundo. Cuenta la biografía que Angélica Zapata contrajo matrimonio con Domingo Catena en el año 1934. Juntos, dieron nacimiento a la tradición vitivinícola Catena Zapata. Ella, descendiente de una antigua familia criolla del Este de Mendoza. El, primogénito de Nicola Catena, inmigrante italiano que había iniciado su exitosa bodega en Argentina a fines del Siglo XIX. Angélica, de profesión educadora, tuvo cuatro hijos; fue el mayor de ellos, Nicolás Catena Zapata, quien tomó a su cargo la conducción de la empresa familiar. Angélica Zapata falleció en 1959. La nueva línea de vinos de corte, que ha presentado este año la bodega, constituye un homenaje a la madre de Angélica, Nicasia Quiroga.
La presentación a la prensa fue en D’Oro, con clase de cocina incluida: pizza italiana, pastas y antipasto de vegetales, a cargo del dueño de casa, Norberto D’Oro. La pasta Divella estuvo presente con sus penne rigate, orecchiette y fettucine.
Pero volvamos a los vinos. CZ vuelve a las fuentes de la tradición de Burdeos: elaborar vinos con un assemblage de tres variedades (nunca decir “trivarietal”). Para ello se armó una línea de tres etiquetas, vinos fáciles de beber, ideales para la época que se avecina, donde los “muy maderosos” se hacen difíciles de beber. El blanco (Blanc de Blancs 2011) incluye un 60% de Viognier, 25% de Gewürtztraminer y 15% de Sauvignon Blanc. Frutal, floral, con un leve toque de madera, invita al trago fácil.
El segundo exponente de la línea es un Red Blend cosecha 2010 que está compuesto por 90% de Cabernet Franc, 7% de Merlot y 3% de Petit Verdot. Predominan por supuesto las características del CF. De los dos tintos, el que más nos gustó.
El tercero en “concordia” es el Malbec (90%), que cuenta con el aporte de un 6% de Cabernet Sauvignon y 4% de Petit Verdot. La verdad es que consideramos que este vino va a provocar negros y blancos, nunca grises. Eso se debe a un potente dulzor que valorarán muchos y otros, un poco menos. Hay que decir que es un vino diferente, que busca el sorbo fácil y que seguramente gustará más a las mujeres cuyo paladar no está tan adiestrado (dicho esto sin ningún tono peyorativo, más bien lo contrario). La excelente aceptación que ha tenido (nos comentaba Norberto D’Oro que es muy pedido en su ristorante, por copas) está certificando que el mercado pedía un producto de estas características.
Angélica, Domingo Vicente, Nicasia, por supuesto Nicolás, habrá que ver con qué otro nombre de la familia nos sorprenderá la bodega el año que viene.
Una cuestión de familia que no es muy difícil de entender. Nicolás Catena Zapata ha rendido homenaje a su madre Angélica y a su padre Domingo Vicente, y ahora lo hace también con su abuela Nicasia Quiroga. La “famiglia unita”, a través de las etiquetas de una de las bodegas más reconocidas del país y en el mundo. Cuenta la biografía que Angélica Zapata contrajo matrimonio con Domingo Catena en el año 1934. Juntos, dieron nacimiento a la tradición vitivinícola Catena Zapata. Ella, descendiente de una antigua familia criolla del Este de Mendoza. El, primogénito de Nicola Catena, inmigrante italiano que había iniciado su exitosa bodega en Argentina a fines del Siglo XIX. Angélica, de profesión educadora, tuvo cuatro hijos; fue el mayor de ellos, Nicolás Catena Zapata, quien tomó a su cargo la conducción de la empresa familiar. Angélica Zapata falleció en 1959. La nueva línea de vinos de corte, que ha presentado este año la bodega, constituye un homenaje a la madre de Angélica, Nicasia Quiroga.
La presentación a la prensa fue en D’Oro, con clase de cocina incluida: pizza italiana, pastas y antipasto de vegetales, a cargo del dueño de casa, Norberto D’Oro. La pasta Divella estuvo presente con sus penne rigate, orecchiette y fettucine.
Pero volvamos a los vinos. CZ vuelve a las fuentes de la tradición de Burdeos: elaborar vinos con un assemblage de tres variedades (nunca decir “trivarietal”). Para ello se armó una línea de tres etiquetas, vinos fáciles de beber, ideales para la época que se avecina, donde los “muy maderosos” se hacen difíciles de beber. El blanco (Blanc de Blancs 2011) incluye un 60% de Viognier, 25% de Gewürtztraminer y 15% de Sauvignon Blanc. Frutal, floral, con un leve toque de madera, invita al trago fácil.
El segundo exponente de la línea es un Red Blend cosecha 2010 que está compuesto por 90% de Cabernet Franc, 7% de Merlot y 3% de Petit Verdot. Predominan por supuesto las características del CF. De los dos tintos, el que más nos gustó.
El tercero en “concordia” es el Malbec (90%), que cuenta con el aporte de un 6% de Cabernet Sauvignon y 4% de Petit Verdot. La verdad es que consideramos que este vino va a provocar negros y blancos, nunca grises. Eso se debe a un potente dulzor que valorarán muchos y otros, un poco menos. Hay que decir que es un vino diferente, que busca el sorbo fácil y que seguramente gustará más a las mujeres cuyo paladar no está tan adiestrado (dicho esto sin ningún tono peyorativo, más bien lo contrario). La excelente aceptación que ha tenido (nos comentaba Norberto D’Oro que es muy pedido en su ristorante, por copas) está certificando que el mercado pedía un producto de estas características.
Angélica, Domingo Vicente, Nicasia, por supuesto Nicolás, habrá que ver con qué otro nombre de la familia nos sorprenderá la bodega el año que viene.