Otra propuesta más en materia de hamburguesas que se diferencian de las grandes cadenas. Para destacar, la plancha especial que evita la pérdida de jugos, las hamburguesas sin pan y el blend de carnes.
La furia gastronómica por las hamburguesas gourmet en Buenos Aires no se detiene. Y en este contexto, The Burger Company es otra propuesta que marca la diferencia. Y esto resulta palpable, más allá de que se combinan los pedidos como en un local de comidas rápidas tradicional. De ahí que no se da ningún número de teléfono para el cliente.
Lo que importa, en todo caso, es que las hamburguesas de este local nada tienen que ver con las ofrecidas en los locales de fast food. A la materia prima de “otra” calidad, se incorpora la novedad de la utilización de una plancha especial que evita la pérdida de los jugos de la carne.
Todas las opciones de hamburguesas poseen 125 gramos de un “blend de carnes”, según anuncian en The Burger Company, iniciativa llevada a cabo por el emprendedor Tomás Caruso.
Hay muchas opciones en esta “compañía de hamburguesas” que está ambientada como en las películas de Hollywood de los años ’50.
ATIENDEN COMO EN UN LOCAL TRADICIONAL DE HAMBURGUESAS, PERO EN TBC BUSCAN DIFERENCIARSE CON LA CALIDAD DE LAS MATERIAS PRIMAS Y LA ORIGINALIDAD.
La que se denomina The Duchess es para atrevidos: son dos medallones de 125 gramos cada uno, con doble panceta y doble Cheddar; y cumple con que duquesa sea su nombre, ya que todos los ingredientes por duplicado.
Pero no todo lo que brilla es carne en The Burger Company, ya que hay opciones con pollo y salmón rosado (esta última acompañada de rúcula, queso brie y ciboulette). Y hasta una alternativa vegetariana. Se llama Veggie Burguer y se la elabora con garbanzos.
Otras opciones llevan los siguientes nombres: Eggsplotion; Bacon Blue Burger; The Hangover; Bacon Cheese Burger. Y también Crispy Chicken y Chicken Club. Las hamburguesas van acompañadas por aros de cebolla; papas fritas con cáscara solas o con queso Cheddar y panceta; nuggets de pollo y bastones de muzzarella.
Y las hay también sin pan, por ejemplo envueltas en hojas de lechuga crujiente.
Está claro que The Burger Company busca diferenciarse del resto con detalles como el agregado de ingredientes, los aderezos (mostaza y ketchup) Heinz, cervezas de varias marcas y refill de gaseosas por un mínimo precio.
"Capricho, deseo vehemente, ilusión". Así define la Real Academia Española a la palabra "berretín". Y esas tres cosas son las que llevaron a un holandés a abrir un restaurante a su propio gusto y piacere. Para ello se afincó hace un tiempo entre nosotros porque, como nos dijo, "Buenos Aires es como estar en Europa, pero lejos de todo". Se llama Nicolás Houweling y, junto a su hermana Bente (que estará a cargo del café de la planta baja de próxima apertura), abrió "Presencia", un restaurante en el que quiere también omitir todo lo que le parece inapropiado cuando uno sale a comer afuera. Para ello, convocó al chef Rodrigo Da Costa, de último paso por "Le Réve". Nuestra visita coincidió con el fin de la marcha blanca y comienzo del servicio al público. Impecable todo.
La chef ejecutiva de Casa Cavia, Julieta Caruso, renovó el menú de mediodía con una propuesta que permite pedir a la carta o bien elegir entre menús de pasos. A ello, se suma la coctelería creativa de la bartender Flavia Arroyo y una selección notable de vinos a cargo de Delvis Huck. La dirección general es de Guadalupe García Mosqueda.
Un bistró que le hace honor a la cocina más refinada del planeta. Le Rêve ("el sueño", en francés), nos transporta a la magia parisina en una esquina de Buenos Aires. La propuesta del joven chef Ramiro Hernández exhibe un técnica perfecta, elegancia y personalidad. La coctelería del "Tiger" es otro fuerte del lugar. Y su ambiente, nos agasaja con música sin estridencias, como debe ser en un restaurante, a lo que se suma un servicio impecable comandado por Darío Núñez. Lujos que nos podemos dar en una ciudad que, en materia de gastronomía, lo tiene todo.