El chef Miguel Angel Sosa ofrece en La Casona del Retiro, en Hurlingham, una cocina de alto nivel que desmitifica ese mito de que en los clubes de barrio solo se preparan minutas.
Quizá los lectores se sorprendan cuando identificamos más arriba el estilo de cocina de La Casona del Retiro. Se trata de un restaurante de club de barrio y de rugby (El Retiro), en Hurlingham, donde cierto tipo de público reclama minutas, tal vez milanesas con papas fritas, pizzas y empanadas. Pero también se advierte desde el vamos que, pese a la sencillez del lugar, el chef está para cosas más grandes.
Y por ende, en la carta conviven estos platos porteños, sencillos, con otros más elaborados en los que se denota un esfuerzo por poner la gastronomía del oeste del Conurbano (y de los clubes de barrio) en un plano superior. En ese sentido La Casona del Retiro es una rara avis.
Miguel Angel Sosa posee una trayectoria bastante extensa, tanto aquí como en el exterior. Hablar con él es comprobar que estamos en presencia de un apasionado por la cocina. Pasó por el Hilton, trabajó en el Hotel La Mola, el Arts Barcelona y el Hotel Rey Juan Carlos I. Y previo a abrir su propio emprendimiento, fue gerente de Operaciones de La Cabrera. Participó de las aperturas de los locales de Manila y Lima.
La carta estacional mantiene las empanadas de carne, tentadoras como siempre. Pero la lista de nuevas entradas obliga a un esfuerzo por decidirse en la elección. Hay mousse de palta con lima y jengibre; bastoncitos de berenjenas con salsa de tomate y albahaca; tortillas española y de espinacas; pate casero con manzana al Malbec; tempura de salmón rosado con bearnesa; causa limeña; ensalada de burrata con tomate y pesto de rúcula; o bien las rabas en croute de cereales con dips de remolacha y pimientos (una original manera de darle un toque diferente a una preparación demasiado rutinaria).
Las pastas siempre son un capítulo ineludible en La Casona del Retiro. Entre otras, la carta veraniega incluye pappardelle con crema de puerros; penne all' arrabiata; raviolones de pollo asado con verdeo; fusilli al fierrito con vegetales al wok, e involtini de brócoli con queso brie y salsa boscaiola.
En los platos principales queda en evidencia toda la creatividad y la formación técnica del chef. Como el pez espada con esponjoso de espinaca y anco gratinado; corvina con salteado de espárragos, zanahoria y cherries; cochinillo con papas españolas; pato Pekín; pamplona de ternera; cabrito braseado con papines andines y chutney de peras.
LA CASONA DEL RETIRO ES UNA DE LAS GRANDES SORPRESAS QUE TUVIMOS ESTE AÑO EN NUESTRO PEREGRINAR GASTRONÓMICO. UN RESTAURANTE DE CLUB QUE SORPRENDE POR SU COCINA DE ALTO NIVEL.
La propuesta en materia de carnes se asemeja más a las grandes parrillas argentinas que a lo que puede ofrecer un restaurante de club. De su paso por La Cabrera, Sosa elije la mejor materia prima en cortes como ojo de bife, bife de chorizo, entrañay picaña. También ojos de bife madurados de 300 y 600 gramos, y hammer de ternera y cerdo, para compartir.
Para el público más clásico, se ofrecen minutas, pizzas y variedad de empanadas. Todo de excelente calidad.
El chef nos cuenta que está a punto de inaugurar un food truck en el ofrecerá carne al gancho.
Para el final, si llegás, nada mejor que el tiramisú La Casona; panna cotta con aroma de naranjas y salsa de chocolate, y café espresso con chocolate La Goulue para el final, final.
Al mediodía sirven menús, de muy buena relación precio calidad.
La carta de vinos muestra una preocupación por ofrecer mucho más que etiquetas tradicionales. Y la sorpresa es el ítem cervecero, donde se pueden degustar marcas poco frecuentes en los restaurantes locales. Algunas de ellas son Beagle, Cape Horn, Schäfferhund, algunas variedades de trigo y la poco vista 1906 Roja. Un lujo.
La Casona del Retiro posee además el Sport Pub, de donde salen tragos y cócteles de muy buena factura.
En síntesis, estamos hablando de un restaurante ubicado en un club barrial (Club Social y Cultural El Retiro), que no tiene nada que envidiarle a muchos pretenciosos lugares de Buenos Aires. Y la experiencia es tan buena, que aunque no vivas en la zona, el viaje a Hurlingham no te parecerá tan lejano.
La Casona del Retiro es un lugar tan bueno, que podríamos incluirlo entre los mejores diez restaurantes del Conurbano, y una de las más gratas sorpresas entre los restaurantes que conocimos este año.
La chef ejecutiva de Casa Cavia, Julieta Caruso, renovó el menú de mediodía con una propuesta que permite pedir a la carta o bien elegir entre menús de pasos. A ello, se suma la coctelería creativa de la bartender Flavia Arroyo y una selección notable de vinos a cargo de Delvis Huck. La dirección general es de Guadalupe García Mosqueda.
Un bistró que le hace honor a la cocina más refinada del planeta. Le Rêve ("el sueño", en francés), nos transporta a la magia parisina en una esquina de Buenos Aires. La propuesta del joven chef Ramiro Hernández exhibe un técnica perfecta, elegancia y personalidad. La coctelería del "Tiger" es otro fuerte del lugar. Y su ambiente, nos agasaja con música sin estridencias, como debe ser en un restaurante, a lo que se suma un servicio impecable comandado por Darío Núñez. Lujos que nos podemos dar en una ciudad que, en materia de gastronomía, lo tiene todo.