Pizza Cero tiene más de tres décadas de trayectoria. Y su local de Libertador y Tagle, 13 años de vida. Reestructurado, el local muestra hoy una atmósfera diferente y las pizzas de siempre, más algunos platos mediterráneos y menú de tapeo.
Es más que evidente que no existiría Pizza Cero sin las “redondas” que tanto gustan a los argentinos. En este caso, se trata de un mix entre lo italiano y lo porteño, es decir masa finita e ingredientes en mayor cantidad a lo que suele servirse en el país de la pizza. Esto es una manera de adecuarse al gusto local. Hay una veintena de opciones, que fluctúan entre lo más tradicional (clásica de mozzarella, salsa de tomate y orégano), jamón y morrones, fugazzetta y napolitana, hasta las más sofisticadas toscana, piamontesa, de campo y mexicana. También ofrecen calzone, fainá y empanadas en ocho variedades, también de gustos tradicionales, más las menos frecuentes de bondiola, y de queso azul y nueces.
Pizzas y empanadas (clásicos de siempre), menú de tapeo, platos mediterráneos y hasta hamburguesas de elaboración casera. Así se compone la oferta gastronómica de Pizza Cero.
Antes de continuar con la propuesta gastronómica del lugar, hay que decir que el año pasado marcó una etapa de renovación total en Pizza Cero de Tagle, tarea a cargo de Ezequiel y Lucía González, hijos de los fundadores. Es así que el local presenta hoy una barra muy amplia donde también se puede comer, salón “formal”, mesón comunitario y comedor privado para eventos, así como las mesas ubicadas en la vereda si el tiempo acompaña.
La decisión fue sumar otras opciones de comida, para lo cual el chef Borja Blázquez se encargó de armar un “menú de tapeo”, que incluye tortilla de papa, croquetas de jamón crudo, papas bravas, mejillones a la marinera, trío de pinchos, salmón y boquerones marinados, langostinos al ajillo y más alternativas. Hay además una carta más clásica, con platos como masa hojaldrada rellena de hongos y espárragos con crocante de jamón crudo; burrata; polenta frita gratinada con parmesano; ojo de bife curado y asado con papines; vodka pasta con crocante de panceta y salsa cítrica; risotto de res y hongos; pesca del día a la vasca, entre otros.
Para el final, volcán de chocolate, torta helada Cero (mousse de chocolate, crema y dulce de leche, un clásico de 30 años en la casa) y torta mousse de maracuyá con chupito surprise. Durante los horarios menos convencionales (Pizza Cero está abierto todo el día), puede pedirse la hamburguesa con 80% de carne vacuna y 20% de cerdo, en pan artesanal, queso cheddar, lechuga, tomate y cebolla morada; o el Salmón Sandwich Cero’s (salmón ahumado, queso crema, rúcula, espinacas frescas en pan crocante. Todos los platos pueden llevarse a casa con el servicio de take away, con 2l 20% de descuento. Pero en realidad, el local de Pizza Cero, que incluye también autos en exhibición, es un espectáculo en sí mismo, por lo que vale la pena disfrutar de un momento grato. En caso de optar por las pizzas y empanadas, la cuenta será más accesible (la cuenta baja a $$$), pero los platos de cocina merecen la pena de ser probados. Muy completa carta de vinos y tragos de autor como el que le gusta a Mirtha Legrand (ideal para las damas por su bajo contenido de alcohol).