Cunnington suma presencia en el competitivo mercado de bebidas Jueves, 27 de abril de 2023Gracias a su trayectoria, Cunnington se instaló entre los consumidores y logró un gran reconocimiento en el interior del país, permitiendo el desarrollo de distribuidores en distintas provincias para su crecimiento. Actualmente, cuenta con la línea de soplado, embotellado y paletizado con tecnología de punta.
La Argentina lidera el consumo de bebidas gaseosas a nivel mundial. Según datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, en el país se consumen en promedio, per cápita, 131 litros de bebidas azucaradas anuales.
Las bebidas carbonatadas tienen gran capacidad de adaptación y se encuentran en permanentes procesos de innovación, tanto en lo que se refiere a sabores y también a lo que es diseño y tamaños de packaging. En síntesis, es un sector muy dinámico y de alta rivalidad entre las empresas.
El mercado actual se rige por un oligopolio y un grupo reducido de empresas medianas, algunas regionales y sin alcance nacional. Ante esta realidad, la capacidad de producción y distribución es fundamental para ser competitivos en el mercado.
Frente a una presencia tan desigual por el poderío económico de las marcas multinacionales, la presencia de Cunnington es de suma valía por cuento ofrece dentro de su portfolio bebidas que las grandes marcas desprecian, como el ginger ale.
Esta marca con raigambre y capitales argentinos, ofrece al consumidor seis sabores de gaseosas, opciones sin azúcar, una línea garantizada por Alimentos Favaloro, -todos con certificación SIN TACC-, que van desde el Parque Industrial Pilar, en la provincia de Buenos Aires, hasta llegar a todo el AMBA y extender la presencia hacia el Litoral, NEA, NOA, Cuyo y Sur del país.
La historia de Cunnington comienza en 1920, de la mano de un visionario llamado Juan Vicente Sangiacomo y su hijo, quien apostaron por el consumo de gaseosas y la producción de agua tónica.
Hoy cuentan con más de 250 empleados en un predio de 10 hectáreas, donde están la planta de producción, el centro de distribución y la sede administrativa.
Su principal línea de soplado, embotellado y paletizado es la más moderna del país, con última tecnología alemana. Asimismo, cabe destacar que su línea de embotellado posee una producción de 30.000 botellas hora, que en poco tiempo se transformará en 45.000 botellas debido a la incorporación de nuevo equipamiento.
Por eso, la presencia de una fuerte presencia de la marca argentina en todo el país, resulta gravitante para evitar los oligopolios multinacionales.
Gracias a su trayectoria, Cunnington se instaló entre los consumidores y logró un gran reconocimiento en el interior del país, permitiendo el desarrollo de distribuidores en distintas provincias para su crecimiento. Actualmente, cuenta con la línea de soplado, embotellado y paletizado con tecnología de punta.
La Argentina lidera el consumo de bebidas gaseosas a nivel mundial. Según datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, en el país se consumen en promedio, per cápita, 131 litros de bebidas azucaradas anuales.
Las bebidas carbonatadas tienen gran capacidad de adaptación y se encuentran en permanentes procesos de innovación, tanto en lo que se refiere a sabores y también a lo que es diseño y tamaños de packaging. En síntesis, es un sector muy dinámico y de alta rivalidad entre las empresas.
El mercado actual se rige por un oligopolio y un grupo reducido de empresas medianas, algunas regionales y sin alcance nacional. Ante esta realidad, la capacidad de producción y distribución es fundamental para ser competitivos en el mercado.
Frente a una presencia tan desigual por el poderío económico de las marcas multinacionales, la presencia de Cunnington es de suma valía por cuento ofrece dentro de su portfolio bebidas que las grandes marcas desprecian, como el ginger ale.
Esta marca con raigambre y capitales argentinos, ofrece al consumidor seis sabores de gaseosas, opciones sin azúcar, una línea garantizada por Alimentos Favaloro, -todos con certificación SIN TACC-, que van desde el Parque Industrial Pilar, en la provincia de Buenos Aires, hasta llegar a todo el AMBA y extender la presencia hacia el Litoral, NEA, NOA, Cuyo y Sur del país.
La historia de Cunnington comienza en 1920, de la mano de un visionario llamado Juan Vicente Sangiacomo y su hijo, quien apostaron por el consumo de gaseosas y la producción de agua tónica.
Hoy cuentan con más de 250 empleados en un predio de 10 hectáreas, donde están la planta de producción, el centro de distribución y la sede administrativa.
Su principal línea de soplado, embotellado y paletizado es la más moderna del país, con última tecnología alemana. Asimismo, cabe destacar que su línea de embotellado posee una producción de 30.000 botellas hora, que en poco tiempo se transformará en 45.000 botellas debido a la incorporación de nuevo equipamiento.
Por eso, la presencia de una fuerte presencia de la marca argentina en todo el país, resulta gravitante para evitar los oligopolios multinacionales.